Ahora que ya somos adultos nos damos cuenta que todas esas actividades que empezamos a realizar de niños nos estaban preparando para ser capaces de administrar un hogar, sólo que sin duda los tiempos que vivimos ahora son bastantes diferentes a los que vivimos en ese entonces.
En el hogar son muchos los aspectos que pueden alterar la convivencia, sin embargo, los temas relacionados con dinero, son, generalmente, más sensibles y frecuentes.
Utiliza una carpeta para la administración del hogar para mantenerte a ti y a tu familia organizada, que contendrá todo lo que tu hogar necesita para que funcione con fluidez. Puedes hacer la carpeta tan simple como una de tres aros de pasta dura con separadores o puedes realizar un sistema de archivo para colgar. Deja la carpeta de administración del hogar donde todos en casa puedan tener acceso.
Mantén un calendario en la carpeta marcando los eventos por llegar y las fechas importantes. Incluye temas como eventos deportivos, prácticas, horarios de trabajo, escolar y de producciones y las citas médicas. Incluye ocasiones especiales, como aniversarios y cumpleaños.
Crea una sección solo para el presupuesto doméstico, incluyendo facturas, compras y gastos misceláneos. Designa una página para cada tipo de cuenta para que puedas marcar cuando hayan sido pagadas, el número de cheque y los códigos de aprobación. Coloca los recibos en una sección de plástico transparente para cada mes.
Elaborar un presupuesto del hogar debe empezar por consignar ingresos y egresos mensuales. Para este último caso, empieza por los gastos más importantes para el sostenimiento del hogar como: Servicios públicos, arriendo, alimentación, educación, vestuario. Luego debes añadir los egresos variables o esporádicos que no hacen parte de los gastos obligatorios.
Ten presente que el ahorro en el hogar se construye con el recorte de gastos innecesarios y el ahorro cotidiano. Este último aspecto es el más útil porque implica ahorros en energía, agua, vestuario y gasolina, entre otras cosas que al final del mes sumarán una buena cantidad de dinero.
Cuando vayas de compras, especialmente al supermercado, aprovecha las promociones, las frutas y verduras y, sobre todo, no dejes que te gane el antojo, pues es probable que hagas compras compulsivas.
Las pólizas son una gran inversión para garantizar que el hogar subsista aún con la ausencia de la persona que más aporta económicamente en caso de un accidente, enfermedad grave, invalidez o una muerte prematura.
Los seguros también deben planificarse. Para elegir el mejor seguro, define primero cuáles son los principales riesgos o eventualidades que pueden ocurrirle al hogar.
Por último, invierte el dinero ahorrado de forma que te genere alguna rentabilidad. Es bueno que consideres invertir en algún negocio que funcione como franquicia, de forma que cuentes con el respaldo de una marca y unos procesos de negocios cuyo éxito ya ha sido probado.
De esta forma disminuyes los riesgos de todo nuevo emprendimiento.