Los millennials, a diferencia de sus padres y abuelos, no tendrán una pensión garantizada después de jubilarse, deberán ahorrar por su cuenta.

Uno de los propósitos siempre es ahorrar durante el año, por lo que le presentamos algunos tips para que pueda lograrlo.

HAGA UN PRESUPUESTO

El presupuesto sirve para tener el control de sus gastos, identificar los innecesarios, conocer sus posibilidades de ahorro para lograr sus objetivos y saber su capacidad de pago para evitar contraer deudas que no puede pagar, explica en su portal la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

Lo primero es identificar sus ingresos, es decir, su salario, ganancias o cualquier entrada de dinero que tenga en el mes. En una columna aparte, anote todo lo que gasta, la Condusef sugiere que además lo divida en varios apartados como: vivienda, alimentación, salud y diversión.

Posteriormente, reste el total de gastos a sus ingresos, y obtendrá su balance mensual. En tres o cuatro meses podrá darse cuenta de si tiene gastos innecesarios, y qué porcentaje puede destinar mensualmente al ahorro.

PÓNGASE METAS REALISTAS

Muchas veces termina gastando lo que ya haya ahorrado en contingencias, impulsos de consumo o proyectos cuyo gasto subestimaste, como unas vacaciones.

Independientemente de su sueldo, lo ideal es que destine el 20 por ciento de lo que gana, para ahorrar.

EVITE DEUDAS Y GASTOS HORMIGA

Tener una tarjeta de crédito le permite generar historial crediticio. Esto le traerá beneficios al momento de solicitar un crédito para la compra de un auto o una hipoteca.

Sin embargo, debe tener bien claro que una tarjeta de crédito no es una extensión de su dinero, y que al final tiene que cubrir gastos como anualidades, intereses o comisiones por transacciones.

Otro rubro importante, son los gastos hormiga. Una vez que tiene definido su presupuesto revise que las compras recurrentes, como: el café diario, cigarros, botanas o dulces. Incluso, cuánto invierte en las salidas con los amigos, la ida al cine o la comida diaria en la oficina. Considere qué tanto puede reducir estos gastos, y cómo le beneficia eso a largo plazo.