De ser cuidadoso a no serlo, hay una gran diferencia. Una diferencia que se aprecia con el paso de los años, que es cuando los electrodomésticos empiezan a tener problemas.
La vida útil de los mismos, puede variar en función de lo responsables que seamos con su mantenimiento. Y no solo en función de eso, sino que también hay otras cosas que pueden hacer que no duren tantos años como esperábamos.
El microondas, sigue siendo un electrodoméstico imprescindible en el hogar, a pesar de que no sea lo más recomendable para calentar los alimentos. Si tiene uno en casa y quiere que le acompañe durante muchos años, debe tomar en cuenta estas recomendaciones.
No apoye cosas encima
A menos que su microondas esté empotrado. Al colocar algo encima corre el riesgo de que un recipiente con líquido se derrame y lo estropee, y también puede darse el caso de que la rejilla de ventilación se obstruya, y se produzca un sobrecalentamiento que suele terminar con el microondas inutilizable.
El microondas nunca debe funcionar estando vacío
No es recomendable utilizarlo sin nada dentro, porque el magnetrón, que es el dispositivo que se encarga de transformar la energía eléctrica en energía electromagnética, puede verse afectado por ello.
Nada de metales
En el microondas no se puede poner nada con metales, ni siquiera con esos clásicos bordes dorados que a veces vemos en las vajillas o en las tazas. La descarga que se produce es instantánea, así que hay que fijarse bien en las recomendaciones del fabricante para así, no llevarse un buen susto.
Aprenda a utilizarlo
Parece una tontería, pero los microondas son cada vez más sofisticados e incluyen un sinfín de programas que hacen que uno se vuelva loco. Si lo sabe utilizar, no solo estará alargando su vida útil, sino que también estará ahorrando tiempo y dinero, puesto que estará menos tiempo encendido y consumirá menos energía.
Los restos de comida no pueden quedarse dentro
Si al utilizar el microondas nos damos
cuenta de que hay restos de comida dentro, hay que retirarlos de inmediato, para no ponerlo en marcha nuevamente con esos restos dando vueltas. ¿Por qué? No solo por el mal olor que pueden desprender, sino también por el hecho de que absorben energía, algo que puede hacer que el electrodoméstico no funcione igual de bien.
La limpieza es fundamental
El microondas siempre debería estar limpio y listo para usarse. Lo primero que hay que hacer es, desconectarlo de la corriente, seguido de emplear un trapo humedecido en una mezcla de agua y jabón para limpiarlo. Si algo ha ‘explotado’ o se ha derramado algún líquido, tendrá que sacar la bandeja para limpiarla a conciencia, sobre todo si hay algo que está pegajoso.
Asegúrese de que todo queda bien seco antes de volver a poner en marcha el microondas.
Cuidado con el lugar donde lo coloca
El lugar donde coloca el microondas también puede tener algo que ver en su vida útil. Hay que alejarlo de las fuentes de calor, y debe estar sobre una base firme, en la que no pueda caerse fácilmente. Para ello es bueno que no
esté al alcance de los más pequeños de la casa, ya que por otra parte también es peligroso para ellos. Además, hay que fijarse en el espacio disponible para abrir la puerta, porque si es muy reducido, puede dañarla constantemente.