El virus ha cobrado fuerza en territorio estadounidense durante los últimos meses y, en nuestro país ya se han registrado una variedad de casos. ¿Qué tienes qué hacer para protegerte?
El sarampión es un virus que se puede adquirir en cualquier edad, incluso en la vida adulta si una persona no la padeció en la infancia. Se contagia a través de gotitas invisibles que salen de la nariz y boca de las personas enfermas, ya sea por contacto directo o a través del aire.
Si has recibido la vacuna Triple Viral (compuesta para prevenir sarampión, rubéola y parotiditis), no debes preocuparte por volver a inyectarte ante este brote. Según el Esquema Nacional de Vacunación vigente en México, la primera dosis se aplica al año de vida y el refuerzo se da cuando los pequeños cumplen 6 años.
Los primeros indicios de la enfermedad son: fiebre, ojos rojos, erupciones en la piel y manchas en la boca.El sarampión, tiene un cuadro viral tipo gripal, donde habrá ataque al estado general. Empezará con fiebre y con aparición de erupciones. Se presentan en la boca manchas a la altura del segundo molar, es muy parecido a un cuadro de varicela.
En caso de presentar síntomas, hay que acudir al médico inmediatamente. Aunque no hay un tratamiento específico para combatirlo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda beber abundantemente líquidos, procurar una buena alimentación y recibir antibióticos para tratar posibles infecciones en oídos y ojos.
El grupo más propenso a este padecimiento en el país es el de los niños que no han sido vacunados contra el virus. Nuestro país cuenta con uno de los esquemas de vacunación más completos y al que existe un gran apego a nivel. Ya que gran parte de los mexicanos tiene aplicadas sus vacunas, es complicado hallar casos de enfermos de sarampión mayores de edad.
En caso de no haber sido inyectado contra esta enfermedad o no tuviste el refuerzo, no te asustes: aún puedes recibirla. Para ello existe la vacuna es la Doble Viral, que solo contiene los virus del sarampión y la rubéola.