La fiesta es por el inicio del año, según el calendario juliano, que en los siglos XX y XXI, es el 14 de enero. Aunque la Rusia Soviética oficialmente adoptó el calendario gregoriano en 1918, la iglesia ortodoxa rusa continuó usando el calendario juliano. El año nuevo, se hizo una festividad celebrada en ambos calendarios.
Así como en muchos países que usan el calendario gregoriano, el Año Nuevo en Rusia y Ucrania, es una festividad pública, y es celebrada el primero de enero. En ese día, se presentan juegos pirotécnicos, así como largas y elaboradas comidas.
El Año Nuevo en el calendario juliano, se presenta aun formalmente, y la tradición de celebrar la llegada de un nuevo año, dos veces, es disfrutada ampliamente. La noche del 13 al 14 de enero, los ortodoxos pueden permitirse ‘acabar de celebrar’ su fiesta favorita.
Para muchos creyentes, el Año Nuevo Viejo, es de particular importancia, debido a que pueden celebrarlo verdaderamente solo después de la vigilia de Navidad. Por años, la popularidad del Año Nuevo Viejo, está creciendo. Cada vez más personas se refieren a esta, como una fiesta independiente, la cual extiende el encanto del Año Nuevo, o le permite sentir este encanto por primera vez. Esta fiesta es más tranquila, no es de tanto ajetreo, es un acompañamiento inevitable del Año Nuevo.
14 de enero en Rusia, es el día de Santo Vasily (San Basilio), muy honrado por los antepasados. Según una tradición antigua, en la noche de Vasily, hay que poner una mesa abundante, con mucha comida. Los platos de carne de cerdo son especialmente apreciados, porque ‘Basilio el Grande’, fue el patrón de los productores de cerdos. Las empanadas con carne de cerdo, y las manitas de cerdo, sirvieron como regalo para los jóvenes que iban a las casas para felicitar a los propietarios.
En Ucrania, la noche antes del Año Nuevo Viejo, es llamada ‘generosa’ (‘shchedryi’, en ucraniano) o ‘la fiesta de Malanka’. En este día los jóvenes vestidos de diversos trajes, entran a las casas y cantan las ‘shchedrívkys’, les deben agradecer con dulces y dinero. Más tarde, después de la cena, tienen que ir con los vecinos y pedirles perdón por posibles culpas, para celebrar el Año Nuevo, en paz y armonía.
La tradición del Año Nuevo Viejo, se ha seguido celebrando en: Bielorrusia, Georgia y los países integrantes de la antigua República Yugoslava, Bosnia y Herzegovina, Macedonia, Montenegro y Serbia.