Una serie de consejos prácticos que te evitarán en Enero caigas en la famosa cuesta.

Durante este mes de diciembre muchas personas asalariadas reciben su aguinaldo. Si bien esta prestación nace precisamente para que los obreros tuviesen recursos frescos para disfrutar las fiestas decembrinas, hoy en día se utiliza para el pago de deudas, mantenimiento del hogar, adquisición de bienes de alto costo y, en algunos casos, para incrementar el ahorro personal o familiar.

Con el fin de sacar el mejor provecho posible de esta prestación, te presentamos algunos consejos sobre su posible uso:

Planificar: Procuremos hacer una lista de regalos, determinar las fiestas a las que acudiremos, si tomaremos vacaciones, cuánto gastaremos en ellas. Planificar nos ayuda a tener una visión general de nuestros gastos, lo cual nos permitirá administrarnos mejor.

Evitemos ser impulsivos: En esta época es fácil comenzar a hacer compras impulsivas o de último momento. Si compramos nuestros regalos con tiempo y de manera inteligente, podremos analizar mejor nuestras opciones y los precios de acuerdo a nuestro presupuesto.

Crear un presupuesto: Podemos calcular la cantidad aproximada que recibiremos de aguinaldo, tomando en cuenta que nos corresponden por prestación de ley, 15 días de salario si llevamos 12 meses o más laborando en nuestra empresa, si llevamos menos, se nos otorgará el equivalente. Así, con nuestra lista de gastos, podemos distribuir nuestro aguinaldo.

Evitemos endeudarnos: Utilizar la tarjeta de crédito es una de las tentaciones mas grandes cuando nos encontramos comprando regalos. Consideremos que el dinero que gastemos de más hoy, lo tendremos que pagar mañana. Si utilizamos las tarjetas con prudencia y realizando pagos puntuales, nos evitaremos dolorosas deudas que se extiendan por meses.

Ahorrar: Este es el punto más importante cuando hablamos de nuestro aguinaldo. Procuremos destinar una parte, lo ideal y recomendado es entre 20% y 25%, esto podrá generarnos rendimientos a largo plazo.

Evita la mala práctica de irte endeudando durante el año pensado que, cuando llegue diciembre, podrás pagar las deudas con tu aguinaldo. No te esperes al aguinaldo para presupuestar tus gastos navideños o tus pagos anuales como la tenencia, predial, inscripciones escolares o seguros. Procura durante el año ir alimentando una provisión para cubrir esos gastos.