Es un conjunto arquitectónico civil gótico, situado en la fachada marítima de la ciudad, y que se comenzó a construir a finales del siglo XIII.
Las ‘Atarazanas Reales’ de Barcelona, fueron inicialmente concebidas como un espacio para la construcción, mantenimiento y reparación de galeras, y de la flota guerrera de la ‘Corona de Aragón’. Su estructura arquitectónica revela a su vez, su uso como almacén de aparatos, armas y víveres.
La construcción inicial de estas Atarazanas, data de mediados del siglo XIV, cuando Pedro III de Aragón, ordenó la construcción de un espacio exclusivo para la corona, donde se pudieran construir y mantener las galeras y la flota real. Las primeras instalaciones consisten en un terreno descubierto con torres en los ángulos (4 en total), rodeado de un muro con salida al mar. Dos de estas torres todavía existen hoy en día.
Una reproducción de la galera Real de Don Juan de Austria, puede visitarse en su interior. La original fue construida en estas mismas atarazanas, en 1568 y fue el buque insignia español en Lepanto.
En las ‘Atarazanas Reales’, encontrará un museo donde conocer la cultura marítima de Barcelona. En el Museo Marítimo de Barcelona, podrá ver embarcaciones, armas, cartografía, cerámica, documentos, herramientas de construcción naval, exvotos, instrumentos de navegación, mascarones de proa, modelos de barcos, pinturas, planos e incluso subir a bordo de alguna de las diez embarcaciones históricas que el Museo tiene en el puerto de Barcelona.
Actualmente, el ‘Museo Marítimo de Barcelona’, cuenta con una extensísima colección de objetos y documentos relacionados con la cultura marítima, así como de las embarcaciones históricas y modelos de barcos. A raíz de su profunda restauración, se ha renovado la musealización para convertir el espacio en un centro interactivo y multimedia sobre la cultura marítima. Además, el MMB salvaguarda y mantiene activo, en las aguas del puerto de Barcelona, diez embarcaciones históricas, entre las que destaca el ‘Pailebote Santa Eulàlia’, una goleta de 1918 de tres mástiles, que fue el primer barco tradicional que el museo recuperó, restauró y devolvió al agua.