Los biombos nunca pasan de moda, son estupendos accesorios para separar ambientes y proteger espacios contiguos de miradas indiscretas.
Sin llegar a sustituir a las paredes, los biombos cumplen una función similar a la de éstos: delimitar espacios. Son una solución para ganar intimidad y discreción, especialmente, en casas pequeñas o con pocas habitaciones. Pueden aislar el lugar de estudio o de trabajo, convertir una parte del dormitorio en un nuevo cambiador o fijar los límites de la zona reservada a comedor.
En esencia, los biombos son una manera económica de establecer nuevos espacios a partir de los existentes. Permiten cambiar la distribución del hogar para adaptarla a las necesidades de cada momento. Gracias a ellos, se puede emplear una misma estancia para dos funciones diferentes.
Los biombos separadores son plegables y transpirables. Una de las ventajas de elegir un biombo como elemento separador es que son móviles y puedes llevarlo de un lado al otro de la casa, los puedes quitar, cambiar de lugar, abrir o cerrar, aportándote un montón de soluciones para cada ocasión.
Hay muchos tipos de biombos. Se pueden encontrar elaborados en madera, forja, cuero, tela, hierro, acero. Los hay labrados, lisos, pintados a mano. Incluso algunos modelos sustituyen las tradicionales hojas compactas por hileras de lentejuelas, que dejan pasar más luz.
Si lo vas a poner en un espacio amplio tendrás más juego, si vas a introducirlo en un espacio reducido apuesta por el blanco, los tonos pasteles y los metálicos ya que te aportarán un plus de luz y claridad.