Diseñado por Bjarke Ingels Group, el nuevo diseño es una maravilla arquitectónica de las que hacen soñar despierto a cualquiera.
Hoy en día, el diseño escandinavo se asocia a menudo con un concepto danés conocido como ‘hygge’, que no tiene traducción directa a ningún otro idioma, pero que ha sido interpretado como una sensación de refugio en invierno y con un estado concreto de tranquilidad asociado a los países nórdicos.
Y aunque, tras su aparción en 2016, el ‘hygge’ se convirtió instantaneamente en una idea muy utilizada y que persiste en el tiempo, el diseño escandinavo es mucho más, y viene consolidandose con propuestas de diferentes líneas y tipos desde la década de 1950, en la que se presta especial atención a la sencillez de los conceptos, ausencia de ornamento, colores directos de los materiales o paletas muy neutras, y materiales fundamentalmente provenientes de su entorno natural.
En este contexto, el ya estrenado hace unos meses ‘Treehotel’ de BIG; Bjarke Ingels Group, en Suecia, es un buen ejemplo de ello.
El propio Ingels no es ajeno a los proyectos poco comunes. Recientemente se asoció con el antiguo director de desarrollo de ‘WeWork’, Roni Bahar, y con Nick Chim, antiguo director del ‘Model Lab’ de ‘Sidewalk’- con su nueva iniciativa, ‘Nabr’; una empresa emergente de vivienda urbana que ofrece lujo asequible y sostenible a un público mayoritario. Y ahora, ha completado la octava habitación del ‘Treehotel’, que es básicamente una suite en el cielo, al igual que las otras siete habitaciones.
Las ocho son obra de arquitectos escandinavos, como: ‘Snøhetta’, ‘Rintala Eggertsson’ y ‘Tham & Videgård Arkitekter’, y todas son diferentes entre sí.
La sala diseñada por BIG, bautizada como ‘Biosphere’, es una esfera de 111 metros cuadrados cuyo exterior está cubierto por más de 350 casas para pájaros. ¿El objetivo? Que los huéspedes que pasen unas cuantas noches en la nueva Biósfera, ‘sufran’ una inmersión total en la naturaleza y que la fauna elija el lugar como un hogar permanente. De hecho, ofrecer residencia a las aves locales era una prioridad para los copropietarios del hotel, Kent Jonsson y Britta Jonsson-Lindvall, que contrataron al ornitólogo local Ulf Öhman, para que trabajara junto a Ingels y su equipo de creativos.
Öhman espera que la iniciativa de ‘Treehotel’ inspire a los huéspedes a actuar en favor de sus propias poblaciones de aves locales, algunas de las cuales están en peligro de extinción cada año, por cortesía del cambio climático.