Se trata de una raza de canino tan mexicana, como el lobo gris y el Xolo; se trata del Calupoh. ¿Lo conocía?
El ‘Calupoh’, es una raza híbrida originaria de México. Este peculiar canino surgió en la época prehispánica, resultado de la mezcla entre el lobo gris mexicano, y el perro. Varios siglos se necesitaron para lograr la domesticación del ‘Calupoh’.
EL ‘CALUPOH’ EN LA ÉPOCA PRECOLOMBINA
Como resultado de un interesante hallazgo arqueozoológico, en el año de 1999, se identificó al primer ejemplar de perro lobo mexicano. Posteriormente, en abril del 2017, se hallaron los restos de un canideo lupoide. Este ejemplar, con una antigüedad de más de cinco siglos, formaba parte de una ofrenda encontrada en la Plaza Mayor, y estaba ataviado con impresionantes, y refinadas piezas de oro.
En las excavaciones de la zona arqueológica de Teotihuacán, fueron encontrados algunos ejemplares en el ‘Templo de Quetzalcóatl’, y en la ‘Pirámide de la Luna’. En ambos casos, los hallazgos formaban parte de ofrendas de la élite teotihuacana, esto muestra que el perro lobo mexicano, era un animal que poseía un significado espiritual y social, muy importante.
Desde mediados de la década de 1990, se ha trabajado en la investigación, recuperación, crianza y conservación de esta ancestral especie. El proyecto genético tuvo como base, cruces entre perros y lobos, con el objetivo de hacer un rescate cultural e histórico, de esta importante especie. En el año de 1999, fue reconocido como la tercera raza de perros mexicanos, después del ‘Chihuahua’ y el ‘Xoloitzcuintle’, por la Federación Canófila Mexicana.
El ‘Calupoh’, es un perro fuerte y ágil. Los machos miden entre 62 y 75 cm de altura, mientras que las hembras de 58 a 70 cm. Su pelaje es comúnmente negro, aunque también lo hay plateado, negro ahumado, y blanco. La característica principal de esta especie, son sus imponentes ojos amarillos o anaranjados.
En cuanto a comportamiento, se trata de un perro noble, leal y estable, con gran tolerancia. Suele acostumbrarse a todo tipo de actividades, por ello, es el acompañante perfecto para las familias, ya que también es muy bueno con los niños. Convive con mucha facilidad con otros perros, aunque algunas veces suele ser reservado y tímido, ante personas extrañas.