Este año la edición LII que define el campeón de la temporada del fútbol americano se disputará en el U.S. Bank Stadium de Minneapolis, hogar de los Minnesota Vikings.
Super Bowl (también conocido como Supertazón) es el nombre que se le da al partido final del campeonato de la National Football League (NFL), en el que se enfrentan los campeones de la Conferencia Nacional (NFC) y la Conferencia Americana (AFC).
Al margen del ámbito deportivo, el Super Bowl es una de las retransmisiones por televisión más vistas en los Estados Unidos cada año. Muchos músicos han actuado durante las ceremonias antes del partido y en el descanso, la franja publicitaria es la más cara de todo el año, y el día del partido, conocido como ‘Super Sunday’ (Super domingo) está considerado de facto como una fiesta nacional.
Este año el Super Bowl LII se llevará a cabo el 4 de febrero en Minneapolis, Minnesota, justamente en el nuevo estadio U.S. Bank.
El nuevo inmueble, con un costo de 1.100 millones de dólares, tiene capacidad para 65 mil personas para la mayoría de los juegos y se puede ampliar a 75,000 para los partidos importantes como el Super Bowl. Fue diseñado con un material acústico, y puede crear un ambiente muy ruidoso.
La firma HKS Sports and Entertainment, fue la encargada de diseñar el inmueble, es la misma que diseñó el Lucas Oil de los Potros de Indianápolis y el AT&T de los Vaqueros de Dallas. Además del estadio, el complejo cuenta con el salón de la fama del equipo de los Vikings, 150 suites de lujo, dos marcadores gigantes de 15X37 y un museo de arte. Las bajas temperaturas del invierno en Minneapolis no afectarán al juego dentro de la instalación del estadio, ya que es un estadio techado. Entre las características arquitectónicas principales resaltan las ventanas frontales movibles y paredes de vidrio en su totalidad, lo mismo que un techo traslúcido que inundará de luz el emparrillado. La cubierta tiene una inclinación para soportar el peso de la nieve y la fácil remoción de la misma.
El U.S. Bank Stadium, fue construido en el mismo terreno donde estuvo el Metrodome, la antigua casa del equipo, que perdió su domo a causa de una tormenta de nieve en 2010.
Para Minneapolis, será la segunda ocasión que funge como anfitriona, su único antecedente fue el Súper Bowl XXVI, donde Washington derrotó a Buffalo por 37-24.