Pequeñas luces de colores recrean la particular pincelada del máximo referente del post impresionismo: Vincent van Gogh.
La pequeña localidad de Nuenen (Holanda) es el lugar donde el arte, la naturaleza y el uso eficiente de la energía crean una maravillosa experiencia para los ciclistas, quienes circulan en medio de patrones inspirados por la pintura ‘La noche estrellada’ de Van Gogh, en un fascinante carril bici solar.
El proyecto ruta ciclista de Van Gogh es parte del proyecto de autopistas inteligentes, un esfuerzo para construir carreteras interactivas y sostenibles que captan energía e interactúan con el tráfico.
El carril, que fue abierto al público en Noviembre, conmemora el 125 aniversario de la muerte del artista Vincent van Gogh. Los patrones de remolinos utilizados en el carril bici fueron inspirados por el pintor holandés, y se obtiene la iluminación a partir de una pintura luminiscente que recoge la luz durante el día para proyectarla en la oscuridad de la noche ofreciendo a los ciclistas una visión clara del camino sin necesidad de aportar energía mediante fuentes externas.
Se trata de un sistema totalmente ecológico que se suma sin miedo al ya respetuoso ánimo de los usuarios de la vía ciclista. Se consigue así un método de iluminación mucho más suave para el ojo y menos contaminante también a nivel lumínico que las tradicionales farolas, así como más útil en cuanto a campo de acción que los pequeños faros de dinamo que equipan las bicicletas.
El sistema de iluminación de Van Gogh Path se apoya con un cercano panel solar que ayuda a alimentar la superficie revestida de pintura fotoluminiscente. Así, en los laterales de algunas curvas, se puede encontrar pequeños terminales LED que portan una luz adicional también de origen ecológico. De esta forma, se puede mantener la luz nocturna del camino y lograr iluminarse incluso si las condiciones del clima no han permitido que la pintura fotolumínica absorba la suficiente energía solar.