El azul añil del agua, el verde de la vegetación, la brisa constante y el sonido acuático inagotable contribuyen a que sea uno de los lugares más espectaculares e inolvidables de México.
Localizadas al norte del estado de Chiapas, en el municipio de Tumbalá a 64 km de la ciudad de Palenque, las Cascadas de Agua Azul cuentan con su área de flora y fauna protegidas; además de que cuentan con reconocimiento internacional.
El río Agua Azul desciende su lecho calizo en escalones formando una serie de impresionantes cascadas que crean albercas naturales contenidas por diques calcáreos, los llamados “gours” en la terminología geológica.
Las cascadas se forman gracias a los afluentes del río Otulún, Shumuljá y Tulijá, formando cañones no muy profundos con acantilados verticales que dan origen a sus cascadas blanquiazules. Esta serie de cascadas se forman al descender el Río Agua Azul de manera escalonada, creando una serie de albercas naturales que son contenidas por diques calcáreos.
El intenso color azul turquesa que poseen en épocas de secas, es debido en gran medida al lecho calizo del río. Esta coloración, aunada al intenso verde de la vegetación, a la brisa constante y al sonido acuático inagotable, contribuyen a hacer de este sitio, sin duda alguna, uno de los más hermosos e inolvidables espectáculos naturales de la República Mexicana.
Para aquellos que gustan de la aventura, pueden alcanzar, con la ayuda de guías locales, otras cascadas todavía más espectaculares, pues la escalera continúa aguas abajo hasta que el río se precipita al Tulijá, formando una de las más bellas cortinas de agua.
Algunas de las actividades que pueden realizarse son: natación, fotografía, descenso en ríos, buceo, paseos a caballo, excursionismo, campismo y actividades al aire libre.