Ordenado por Francisco Iº, e imaginado por Leonardo da Vinci, el Castillo de Chambord es el más grande y majestuoso de los castillos del Loira.
El interior del Castillo de Chambord, tiene las habitaciones agrupadas en apartamentos independientes, un rasgo peculiar y tradicional de los castillos franceses.
La excepcional escalera de doble espiral situada justo en el centro, permite a una persona subir y bajar pisos, sin que los circuitos de subida y bajada se crucen. Solo se ven por unas ventanas que dan al centro, de modo que parece que sólo hay una escalera.
La construcción resultó muy cara, ya que Francisco I, no escatimó en gastos para que éste fuera despampanante, cada vez que los fondos escaseaban, ordenaba subir impuestos con el fin de seguir creando el majestuoso edificio.
Otro de los encantos de Chambord, son los jardines que lo rodean.
Está considerado el parque cerrado más grande de Europa y catalogado como reserva natural por su fauna, sus tierras agrícolas, sus praderas, su zona arbolada.
El Dominio Nacional de Chambord, es un conjunto arquitectónico y natural único en Francia, inscrito en el Patrimonio Mundial de la Unesco, desde 1981.
Se dispuso la construcción del Castillo de Chambord en 1519, sobre tierras pantanosas, a orillas del río Cosson, y en el centro de un bosque muy rico en caza, para hacer de éste un grande, bello y suntuoso edificio.
La construcción está rodeada de un muro de dos metros y medio de alto que se extiende a lo largo de 32 kilómetros. Su objetivo no era evitar la aproximación del enemigo, sino el escape de los animales. Porque Chambord, era un castillo sólo formalmente; en realidad era un parque de caza para el rey.
Se siguió el modelo de las fortalezas medievales, con un edificio cuadrado central, y cuatro torres en cada uno de sus ángulos.