En la decoración de un ambiente podemos incorporar todo tipo de accesorios y objetos, los que nos permitirán crear una atmósfera agradable.
En los elementos más comunes podemos encontrar el detalle que dé vida y encanto a una estancia.
Las flores, sus colores y aromas, son el toque perfecto para crear una atmósfera relajante y fresca. La decoración en primavera, nos invita a integrar a los interiores flores y plantas, que podemos llevarlas a cualquier estancia de diferentes modos.
Los centros de mesa, son un accesorio que se puede utilizar siempre en la decoración de una habitación o algún rincón de nuestro hogar, pues habitualmente los relacionamos con eventos especiales, como cenas o reuniones.
Pero realmente un centro de mesa, podría decorar un rincón de una estancia en cualquier momento, y así, añadir a ese espacio un detalle particular y personal.
Para crear un centro de mesa con flores, podremos escoger aquellas que más nos gusten, y acompañarlas de elementos que probablemente ya tenemos en casa, o que son fáciles de conseguir, entre ellos copas, platos, bandejas, jarrones, vasos, fuentes, entre otras opciones.
Combinar recipientes de medidas y tamaños diferentes es muy acertado cuando se quiere hacer una composición variada. Se pueden combinar flores de jacinto blanco y lilas, que transmiten calma y sosiego. Una mezcla que aleja las tensiones y fomenta la armonía.
Un ramillete luce precioso en un simple vaso de agua y es perfecto para dar la bienvenida a un invitado. Combina flores silvestres con una o dos hojas verdes y acertarás seguro.
Para el dormitorio lo ideal es elegir composiciones sencillas, que se puedan trasladar fácilmente durante la noche, pues no es recomendable dormir con plantas o flores cerca.
Cómo podemos ver las flores con sus colores, brillos, fragancias y formas son de gran ayuda cuando buscamos incorporar un elemento personal y atractivo a un ambiente; por lo que con un bonito centro de mesa, se puede aportar un nuevo aire y frescura a la decoración de nuestra casa.