Especialmente diseñado para terrazas y jardines; el césped será el mejor complemento a la decoración exterior, aportando frescura y originalidad.
El césped artificial existe desde los años 60, cuando se inventó en los EEUU. Hasta el día de hoy ha tenido mucho recorrido y ha evolucionado espectacularmente.
En la mente colectiva de la gente, este producto tiene mala fama, sobre todo por su uso en terrenos deportivos en los años 80 y 90, ya que su mala calidad y dureza causaron muchas abrasiones y, posiblemente, lesiones graves que no lo serían con la hierba natural.
Sin embargo, gracias a las mejoras tecnológicas, su uso se ha ido extendiendo cada vez más. La utilización del césped artificial en el exterior tiene muchas ventajas.
Una de las ventajas más llamativas, son su precio, su mantenimiento, ausencia de hormigas, la limpieza y su durabilidad. La hierba sintética se queda verde e impecable durante todo el año.
Para que sea lo más parecido al natural, tiene que cumplir unos requisitos mínimos, que son:
El césped artificial es apropiado para todas las personas en casa. También, puede ser utilizado por las mascotas ya que su composición permite que su limpieza sea sencilla, tan sólo es necesario agua y jabón. No requiere mantenimiento ni limpieza con productos especiales.
Nos da la ventaja de poder colocarlo en cualquier sitio: patios, balcones, terrazas, jardines, etc. El suelo además podrá ser de hormigón, baldosa, entre otros. El único inconveniente, es que para tierra no es lo más recomendado ya que lo ideal es colocar una capa de grava, limpiar la tierra de la vegetación, etc.
Cuidados y mantenimiento