Un espectáculo circense donde no existe el sufrimiento animal es posible; prueba de ello, el circo alemán Roncalli.
El alemán ‘Circus Roncalli’, ha encontrado una alternativa que permite ofrecer una experiencia inolvidable, sin coartar la libertad de los animales. El público que ya ha podido asistir a sus funciones, se ha quedado atónito, gracias a unos hologramas que no solo dan sensación de realidad, sino que perpetúan la magia circense.
Este circo ha optado por la tecnología láser multicolor para ofrecer al público un espectáculo mágico a la par que respetuoso con los animales. Para hacer realidad esta idea han sido necesarios 11 proyectores láser Optoma ZU850, equipados con lentes de largo alcance y distribuidos estratégicamente en una carpa de 32 metros. Los hologramas, que adoptan diferentes formas, como monos, peces voladores, elefantes, caballos; son visibles desde todas, y cada una de las localidades, y adquieren un realismo casi pasmoso, que permite ofrecer una función de calidad. En ese sentido, las compañías Optoma y Bluebox colaboraron con el circo alemán, fundado en 1976, para incluir en el espectáculo a los animales virtuales con la proyección de hologramas circulares, de más de 8 metros de alto, que cubren la pista, por lo que estas figuras son visibles en 360 grados. La tecnología en 3D empleada en este show, tiene un valor de medio millón de euros, alrededor de más de 10 millones de pesos.
Los materiales y los colores están previamente pensados para que la iluminación del propio circo no distorsione la imagen holográfica, la cual cuenta con una resolución de más de 13.000 por 1.900 píxeles (una fotografía de alta calidad tiene unos 1.200 por 800 píxeles). Para la producción del contenido, son necesarios hasta 3.000 procesadores sincrónicos, que son capaces de reproducir hasta 20 minutos de imágenes en movimiento. Los hologramas de los caballos o los elefantes, entre otros, intentan imitar los movimientos reales de estos animales, para que la inmersión y el realismo sea todavía mayor para el espectador.
Además de los hologramas, los espectadores pueden disfrutar de divertidos números en los que participan animales de tela que, aunque no aportan ese toque tecnológico tan sorprendente, también resultan llamativos.
Son muchos los que están en contra de que los animales sean exhibidos en zoológicos o utilizados como forma de espectáculo en los circos, y más aun los que detestan el maltrato animal. En los circos es donde más casos se han dado y, por ello, cada vez son más los países que prohíben la exhibición de animales salvajes en los mismos.