El estilo belga es un estilo muy similar al Shabby Chic. Estas similitudes se basan en la integración de lo antiguo y lo nuevo en una misma decoración.
Entre los muchos estilos de decoración que triunfan en la actualidad, hay uno que se está abriendo paso poco a poco y que cada vez atrae a más amantes del interiorismo. Se trata del estilo belga, una corriente que se basa en la naturalidad, en la elegancia de los ambientes y en la capacidad para combinar en un mismo espacio lo antiguo y lo moderno.
El Estilo belga cuenta con la comodidad suave, ligera y los acabados desgastados y antiguos del shabby chic, pero los presenta de forma más selectiva. Este estilo es un acto de equilibrio de elementos ligeros y aquellos más contundentes, una mezcla de acabados en bruto y pulidos, tonos claros y oscuros, antigüedades y piezas nuevas, tejidos ásperos y suaves. Contrastes, pero perfectamente equilibrados para lograr un look sobrio, elegante, pero confortable.
Sigue estos tips para decorar al estilo belga.
Lo antiguo y lo moderno se combinan en el estilo belga.
Es la característica más importante de este estilo. Esta clave es compartida por otros estilos decorativos, como el sahbby chic o el nuevo estilo rústico, aunque hay diferencias que distinguen al estilo belga de todos los demás.
La madera, un elemento protagonista.
Los ambientes decorados al estilo belga son muy naturales, a pesar de ese punto señorial o clásico que puedan tener. En ellos la madera está siempre presente. Más que eso. Suele ser uno de los materiales que protagonizan el espacio.
La sencillez de la paleta cromática
Las decoraciones de estilo belga, desde un punto de vista cromático, tienen como particularidad la escasez y sobriedad de colorido. Se eligen para los ambientes tonos neutros, suaves, sin apenas contrastes (a excepción del que se consigue incorporando algunos detalles en negro sobre un fondo blanco). Triunfa el blanco, los tonos crudos, los grises y marrones claros.
Textiles
La tela de lino belga de fundas, cortinas y cojines es una forma sencilla de conseguir este estilo decorativo. Las cortinas sencillas de lino son un elemento básico del estilo, por lo general en color blanco, gris oscuro, marrón o gris suave. Mantén las barras simples también. El lino, el algodón y otros tejidos naturales y hasta un poco bastos son parte de la decoración belga.
Las fundas.
Fundas protectoras para las sillas y sillones, hechas a la medida en tejidos con texturas y pequeños patronos no sólo te ayudarán a proteger tu mobiliario y a transformarlo en un santiamén.
Mezcla patrones frescos.
Detalles pequeños y repetidos, sencillos, en tonos neutros como el taupe, beige y todas las gamas de grises permiten combinar diversos patrones en una estancia.
Evita las superficies pulidas.
En el estilo belga los acabados brillantes y relucientes no son lo ideal. Prefiere las cosas mates y sencillas.