Este metal es muy dúctil, fácil de moldear y bactericida, se ha convertido en un must have de la decoración de interiores.
El cobre es tendencia en decoración, es un metal que ha sido empleado en artículos de hogar desde siempre. En efecto, es uno de los materiales más tradicionales en la fabricación de objetos cotidianos para la casa, sobre todo para la cocina, como teteras, sartenes o cacerolas.
Quizás porque es muy buen conductor de calor. O quizás por la belleza y sensación de calidez que transmiten sus brillos metálicos y sus reflejos rojizos. Claro, que también hay que tener en cuenta que elimina de forma natural los gérmenes del agua.
Esta tendencia aporta elegancia y sofisticación a la decoración de cualquier rincón de la casa. En ambientes minimalistas, en rincones eclécticos, en habitaciones de estilo industrial entre otros. El cobre combina con muchas y diferentes tendencias decorativas.
Rosáceos, anaranjados, brillantes o con acabado mate. El cobre, en cualquiera de sus diferentes versiones cromáticas y en distintos acabados, es una gran elección para vestir las habitaciones con un irresistible toque glam. Una tonalidad tan versátil que se puede incorporar a todo tipo de decoraciones, desde los ambientes clásicos hasta los espacios más vanguardistas y eclécticos.
Como con cualquier otro material con tanta presencia visual, no se debe abusar de él. Por mucho que sea el gusto, se debe usar con moderación. Porque precisamente por su aspecto metálico, brillante y rojizo se convertirá en el protagonista del espacio, por lo que se debe utilizar correctamente, ya sea en muebles o en pequeños accesorios.
Por ejemplo, en ambientes sencillos, minimalistas y poco recargados, los detalles en cobre son una gran elección. Lámparas metalizadas en cobre, portavelas o incluso textiles en esta tonalidad.
Al incorporar esta tendencia a cualquier decoración hay que tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, el cobre combina sobre todo con la madera y con tonalidades como el blanco y el negro. Pero también con textiles como la lana y el algodón. Sin embargo, se debe evitar combinar el cobre con tonalidades como muebles y accesorios en plata, ya que estas tendencias chocan demasiado. Aunque una buena idea puede ser combinar el cobre con otras superficies metalizadas como por ejemplo el zinc.
En general, el cobre también combina con habitaciones decoradas en tonos pastel e incluso con tonos neutros como el gris y el beige. Incorporar piezas en cobre en este tipo de ambientes ayudará a poner un toque de estilo y de color, que romperá la monotonía de los colores cálidos.
Uno de los motivos del éxito de este metal noble tiene que ver con que encaja perfectamente con los ambientes que son tendencia.
Por supuesto, el cobre también es una gran elección para cualquier rincón de la casa, ya sea en la cocina, en el dormitorio, en el cuarto de baño o incluso en el salón.