Los cobradores son insistentes, y hacen su trabajo con el fin de cobrar una deuda, de tu parte, debes saber cómo reaccionar ante su insistencia y actuar correctamente, para arreglar la situación cuanto antes y evitar el acoso.
A veces nuestras finanzas se desacomodan un poco, y terminamos teniendo deudas con entidades financieras y comerciales, a las que debemos atender cuanto antes. Las tarjetas de compras, los créditos de las tiendas comerciales, y todas las facilidades de pagos nos pueden dejar con estas deudas, que hacen que se active el sistema de cobranzas telefónicas de la entidad acreedora y con ello una gran molestia.
En este sistema, un operario de cobranzas se comunicará contigo para recordarte sobre la deuda. Puede que se deba comunicar más de una vez, hasta llegar a una insistencia extrema y a malos tratos. Y es mucho peor aún cuando la deuda en cuestión ya ha sido saldada, pero no figura en su sistema, y ni hablar si la deuda no es propia.
Cómo actuar frente a las llamadas por deudas
Cuando recibas el llamado de un cobrador telefónico, pídele que te explique de qué se trata la deuda y el monto, y toma nota de ello. Pide luego que te vuelvan a llamar, para poder así analizar tu estado financiero y tus actividades, y corroborar la deuda o reunir el material que compruebe el pago.
Cuando se comuniquen de nuevo, siempre en tono cordial, explica tu situación si la deuda ya hubiese sido pagada o si no fuera tuya, y ofrécete a enviar por correo electrónico o fax el comprobante de pago, si fuera el caso.
Si, en efecto, tienes la deuda, pide que te llamen en otro momento para convenir un plan de pagos, con buena disposición, lo que te dará tiempo a preparar tus finanzas para conocer tus posibilidades, y poder cancelar la deuda cuanto antes liberándote de todo el asunto. Recuerda informarte acerca de la prescripción de la deuda, pues puede que te estén cobrando por algo que ya no tiene efecto por haberse cumplido determinado tiempo.
Si ya has explicado que la deuda ha sido pagada o que no te pertenece, pero vuelven a comunicarse contigo, mantén el tono cordial (enojarte sólo empeorará la situación), repite que no eres el propietario de la deuda, y pide claramente que no vuelvan a llamarte. Esto se debe a que puede existir un sistema de grabación propio de la empresa, que te puede servir luego, en caso de que las llamadas se reiteren, como comprobante del acoso que te están propiciando.
En cualquier caso, puedes pedir al cobrador que te emita, por escrito (impreso o en pantalla) toda la información al respecto. Utiliza todas las herramientas a tu disposición, incluso puedes grabar las llamadas para utilizarlas como prueba en denuncias, si el caso se agravara. También lleva un registro de fecha, hora y detalles de cada una de las comunicaciones, con el mismo objetivo.
La Ley de Cobro Imparcial prohíbe a los cobradores de deudas acosar a los deudores en el trabajo o en casa. Cuando se trata de los lugares de trabajo, los cobradores de deudas no pueden llamar al deudor a la oficina si les pide que se abstengan de hacerlo y no pueden repetidamente llamar al deudor de manera que su jornada de trabajo sea interrumpida. Si un cobrador de deudas te acosa en el trabajo, contratar a un abogado te permite tomar acciones legales para detener el acoso.