Los coches autónomos están en un futuro cercano y serán un gran aporte para mejorar el día a día de todos.

Mucho se ha hablado de los coches que se mueven sin necesidad de un conductor. Una idea que hasta hace no mucho parecía de ciencia ficción y cada vez está más cerca de convertirse en realidad. Pero, ¿qué es realmente un coche autónomo y cómo funciona?

Un vehículo autónomo es un automóvil capaz de imitar las capacidades humanas de manejo y control, percibiendo el medio que le rodea y desplazándose en consecuencia. Es decir, un coche en el que el “conductor” sólo tiene que introducir la dirección de destino y despreocuparse de todo lo demás.

El origen de los coches autónomos es mucho más remoto de lo que se suele pensar. Desde los años 40 se han estado haciendo pruebas de guiado de vehículos, empapando dentro del asfalto materiales que podían ser detectados y seguidos. De ahí se ha pasado a la detección de obstáculos vía radar y en la actualidad es un conjunto de tecnologías que incluyen el reconocimiento de movimiento por cámaras y los sistemas de detección láser.

Apenas el año pasado, los vehículos sin conductor se colocaron en el centro de las innovaciones tecnológicas. Diversas compañías en todo el mundo presentaron nuevos modelos de estas máquinas autónomas, que prometen reconfigurar el tránsito en las ciudades, en las próximas décadas.

Es obvio que esta evolución de la industria automotriz dará muchas opciones en el futuro, porque simplemente se podrá uno subir en el auto y relajarse hasta llegar a un destino. Sin embargo, el asunto es más complicado de lo que parece, y como todo, tendrían cosas buenas y malas.

Ventajas

Funcionan -casi- sin errores

La tecnología que se está desarrollando para tener coches autónomos es tan complicada que incluye todo tipo de consideraciones, como la velocidad, cómo se están comportando otros vehículos, la distancia que existe entre varios objetos alrededor, y hasta la localización actual en el mundo. Todo esto es tan preciso que virtualmente no debería existir ningún error cuando los sistemas están funcionando al 100%.

Adiós al tráfico

El tráfico no es más que un problema creado por la poca coordinación que existe entre todos los autos que están en las calles. Con los vehículos que se manejen solos, ni siquiera se tendrán que usar señales de tráfico porque todos se estarán comunicando entre ellos, y por lo tanto, el tráfico será mucho menor. La idea sería manejar a una velocidad más baja, pero con mejor coordinación entre todos para evitar atascos.

Sin preocupaciones por estacionarse

En todas las ciudades grandes siempre existen problemas para conseguir donde estacionarse. Con los coches autónomos esto no sería un gran problema porque no necesitarían un conductor. Así que, las personas que los usen podrían bajarse en su destino y el auto se mantendría buscando un sitio para estacionar por sí solo, o incluso, dar unas vueltas en la manzana mientras tanto.

Nuevo diseño y más potencia

Si no se necesitan todas las herramientas que existen ahora para manejar estos coches, el diseño de los mismos podría cambiar radicalmente, tanto así que se podrían volver irreconocibles. Esto también podría lograr que el motor fuese rediseñado para volverse más potente para cuando fuese necesario. Por otro lado, podrían convertirse en unos centros de entretenimiento donde las personas se relajarían mientras esperan llegar a su destino.

Desventajas

Costosos

Por supuesto, ahora mismo tener un auto que se maneje solo sería un gasto impresionante que podrían costear únicamente los ricos. Pero como toda la tecnología, lo más posible es que se abaraten con el paso del tiempo y a medida de que se vayan haciendo disponibles para el público. Para esto habrá que esperar unos cuantos años.

Problemas en el código

Sí, los coches autónomos deberían funcionar sin ningún problema, pero la realidad es que todos los sistemas programados pueden dejar de funcionar o de tener errores en su código. Esto es molesto si pasa en un smartphone, por ejemplo, pero en el caso de los autos, podría tener el potencial de causar grandes accidentes de tránsito.

Potencialmente más contaminación

Muchas empresas han decidido que deberían ser híbridos, electrónicos o al menos usar de forma eficiente la gasolina. Sin embargo, si esto no es una prioridad, se podrían crear más problemas de contaminación de los que ya hay. Por ejemplo, si el auto deja a las personas en su destino y no consigue donde estacionarse, se quedará dando vueltas en la manzana. Suena como una solución perfecta para ahorrar tiempo, pero no para el ambiente que recibirá más emisiones de CO2.