Estudios realizados demuestran que las combinaciones de colores pueden ayudar a la mente a estar más despierta y ser más creativa. Escoger los colores correctos en tu decoración puede incluso ayudar a que el cerebro trabaje mejor.
Es cierto que la mayoría de los colores estimulan el cerebro, pero lo hacen de diferentes maneras. Así pues, la elección de los tonos adecuados para la sala de estar o estudio de la casa puede ayudar a obtener mejores resultados en términos de productividad y creatividad.
Una zona de estudio pintada de azul genera confianza al tiempo que aporta serenidad al espacio, cualidades necesarias también para un correcto descanso.
El color azul pertenece a la categoría de los colores fríos, cuando es saturado expresa la sensación de frío, cuando es brillante es dominante y fuerte. Se asocia con personalidades concentradas, la inteligencia, emociones profundas y la circunspección. Es el color de los sueños, del infinito, la sabiduría, fidelidad y no fatiga los ojos.
Una de las gamas más recomendables para aplicar en la zona de estudio de los niños es la de los verdes. Es el color de la vida y de la naturaleza y transmite una gran sensación de tranquilidad, por eso está tan presente en los hospitales. También simboliza y genera seguridad, de modo que puede hacer que tus hijos se sientan más a gusto al abordar la resolución de un tema difícil. Reduce el estrés y refuerza la capacidad de concentración por lo que es la opción perfecta para ayudar a los pequeños a estudiar y hacer los deberes.
El color rojo, perteneciente a los colores cálidos, se caracteriza por ser el color más ardiente en el círculo cromático. Los colores cálidos tienen la capacidad de aumentar la presión sanguínea y el sistema nervioso. El color rojo es extrovertido, vital, ambicioso, material, impulsivo que simboliza fuego, sangre y es de gran ayuda para aquellos que desean memorizar contenidos ya que activa la mente para reducir la velocidad y prestar atención en los detalles. Como resultado, las personas que trabajan en un entorno rojo pueden obtener mejores resultados en tareas que requieren precisión.
El amarillo representa el intelecto, por lo que es una buena opción para utilizarlo en el espacio de estudio. Fomenta la actividad mental y la creatividad de modo que ayuda a aprender con mayor facilidad todo aquello que requiera una repetición, como las tablas de multiplicar. Utilízalo con mesura y en su gama más pálida si el escritorio y cama comparten la misma habitación.
Otro buen truco, siempre y cuando la mesa de estudio no esté en la pared opuesta a la ventana, es pintar dicha pared del mismo color general de la habitación, pero en un tono más vivo. Esto permite dar un reflejo del color a todos los elementos de la habitación, sobre todo los blancos, como las páginas que hay que estudiar.