Desde el 31 de octubre al 12 de noviembre está teniendo lugar en Glasgow, Escocia, la COP26, la 26ª conferencia de los 191 países firmantes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC), donde se negocian acuerdos de cooperación internacional.
¿Cómo puedes contribuir tú y qué cambios podrían tener el mayor impacto? Te compartimos algunas opciones.
Muchas personas reciclan en el hogar y los proveedores de energía verde se están volviendo cada vez más populares, Usar energía renovable en tu casa reduce tus emisiones de carbono más que el reciclaje. Para un hogar promedio, cambiar a una fuente de energía renovable podría ahorrar 1,6 toneladas de CO2 cada año. El reciclaje ahorra 15 veces menos: solo 0,1 toneladas de CO2 al año.
Utilizar el transporte público. Algunos científicos determinaron la cantidad límite de carbono que podemos emitir sin poner en riesgo nuestra seguridad, para evitar efectos graves como la inundación extendida de ciudades costeras o el colapso de la cadena de suministro de alimentos.
Si dividimos este fondo global de carbono entre la población mundial (dado un nivel supuesto de emisiones en el futuro), se obtiene la cantidad promedio que cada individuo puede utilizar cada año de su vida, es decir, su “presupuesto de carbono” anual.
Consume todo lo que guardas en el refrigerador. Algunos científicos calcularon que en Estados Unidos se desperdicia hasta el 40 por ciento de los alimentos, lo que equivale a unas 1400 calorías por persona cada día. Una porción significativa de nuestros basureros está llena de desperdicios de alimentos, los cuales, al descomponerse, liberan metano a la atmósfera.
Vale la pena enfatizar que el desperdicio de comida también repercute en la cantidad de alimentos que es necesario producir, y cuya producción ya representa gran parte de las emisiones de carbono.
¿Qué podemos hacer para desperdiciar menos? Planear nuestras comidas antes de ir de compras, usar una lista y evitar comprar por impulso. En casa, congelar los alimentos antes de que se echen a perder. Si tiramos mucha comida preparada, podemos intentar reducir el tamaño de las porciones.
Por supuesto, estas decisiones individuales son medidas pequeñas. Para encontrar una solución sostenible que evite daños graves al planeta, se requieren cambios fundamentales en el sistema de energía global: lograr la transición de combustibles fósiles a energías renovables y reducir drásticamente el número de automóviles con motor de combustión interna.
Si nuestro objetivo es cuidar el medioambiente, quizá la mejor opción sea apoyar políticas públicas que promuevan el desarrollo de energías limpias y medios de transporte eficientes. No obstante, cada pequeño cambio en nuestra cultura y conducta puede contribuir a la solución. Deberíamos poner manos a la obra de inmediato.