Acondicionar una vivienda a los cambios de estación es un elemento fundamental para conseguir el bienestar y confort que deseamos.
El otoño ya llegó, y este es el momento perfecto para adaptar la casa para la llegada del frío y hacerla más acogedora llenándola de velas, textiles y otros elementos que refuercen la sensación de confort.
Además de renovar nuestro hogar en distintos aspectos básicos como los textiles de cortinas y cojines, colocación de alfombras y mantas, cada casa se puede adecuar en función de un cambio de circunstancia como por ejemplo del verano al otoño.
Unos cambios que pueden incluir la renovación estética del espacio o incluso un cambio en la manera de vivir en nuestro hogar.
En primer lugar y desde el punto de vista estético, se puede dar un aire nuevo a la decoración, teniendo en cuenta las tendencias que están presentes en cada momento o ideas que tengamos almacenadas. Se trata de un cambio que puede incluir el cambio de color en mobiliario o paredes, nuevos marcos, cambio de textiles, lámparas nueves, etc. En definitiva, elementos que ayuden a aportar un aire nuevo a los espacios de una forma sencilla.
Sin embargo, también se puede ir un poco más allá con acciones que transformen en mayor medida los espacios. Transformar una silla en una mesa de noche para un cuarto de invitados, convertir una cama en un sillón incorporando unos cojines, etc.
Ya sea para cambiar la vivienda desde el punto de vista estético como para desarrollar cambios de mayor envergadura, hay que tener en cuenta distintas cuestiones como por ejemplo que los colores no interfieran en el uso diario como podría suceder con colores muy intensos. Además, es importante que los materiales sean cómodos al tacto y la vista. Finalmente hay que tener en cuenta que la distribución de los distintos elementos deben favorecer la circulación y apertura del mobiliario.