El sarro es comúnmente conocido como una de las principales características negativas presentes en el agua.
El agua dura contiene una elevada concentración de minerales como carbonatos de calcio y magnesio. La precipitación de éstas sales genera una incrustación dura que se conoce comúnmente como sarro.
El sarro obstruye y deteriora las tuberías, así como cualquier otro sistema o aparato que permita el paso del agua dura. También mancha y dificulta la limpieza de vajillas, cristalería, ropa, bañeras y albercas a la vez que afecta a la salud generando asperezas en la piel así como el endurecimiento del cabello.
Actualmente existe tecnología capaz de evitar este problema gracias a los antisarros electrónicos, estos trabajan con un microprocesador electrónico que envía señales electromagnéticas a la red del agua a través de la tubería de alimentación principal. Éstas señales electromagnéticas de alta frecuencia eliminan la capacidad de adherencia del carbonato de calcio disuelto en el agua, evitando que se precipite y adhiera a las superficies por las que pasa.
El carbonato de calcio, al no poder adherirse, fluye por las tuberías y sale al exterior sin formar sarro.
Los beneficios de utilizar algún tipo de antisarro son los siguientes:
· Evita la formación de más sarro. Las llaves y regaderas dejaran de obstruirse y los muebles, pisos y recubrimientos de baños permanecerán limpios de las molestas manchas del sarro.
· Suaviza el agua desde el momento de su instalación. El jabón y el shampoo produce más espuma; el cabello queda más suave y terso, así como la piel deja de tener la sensación de aspereza y resequedad.
· Cuida tus instalaciones y llaves. Elimina de manera paulatina el sarro de las tuberías, equipos e instalaciones hidráulicas existentes, evitando costosas reparaciones.
· Ahorra el gasto recurrente en plomeros y el costo periódico de cambiar llaves y calentadores, por lo que la inversión inicial en la compra del equipo se amortiza en corto tiempo.