Conocido ya como “ayuno financiero” puedes seguir este reto de ahorro que te ayudará a librarte de “esos gastos de más” que podrás usar para ir eliminando hábitos de despilfarro que te hacen perder dinero que bien se puede destinar a eliminar tus deudas y eventualmente ir amasando un ahorro con el que tus finanzas personales cambiarán de rumbo para bien. Aunque es un método de ahorro que dura 21 días y es muy drástico, está volviéndose muy popular en los Estados Unidos.
Esencialmente consiste en dejar de gastar completamente en cosas que no sean fundamentales, o de estricta necesidad como pagar tu casa o renta, alimentación y gastos fijos, por 21 días del mes. Por ello, si aceptas el desafío, deberás decir adiós a la comida en la calle, el café de paso al trabajo o compras en línea, absolutamente nada en esas tres semanas.
Las reglas son muy fáciles de comprender, pero para seguirlas se necesita disciplina y buena voluntad, pues si las rompes la estrategia comienza a fallar y perder el sentido:
21 días: Es el tiempo suficiente para que funcione el reto, que te dejará recordar cada consumo y no es tan corto como par que no arroje resultados palpables y tampoco tan largo que se haga abrumador y pierdas el interés en completarlo.
Sólo lo necesario: En las semanas que dura el ayuno no debes permitirte hacer compra alguna, a menos que sea estrictamente necesario para vivir o para tu salud. Alimentación y techo son tus prioridades, pero una salida a cenar no cuenta como alimentación ni un fin de semana en el hotel vale como techo, así que no hagas trampas contra ti mismo.
Pagos en efectivo: Aunque mucha gente se administra bien con tarjetas de crédito o débito, pasar por este reto usando exclusivamente el efectivo te hará tomar consciencia de los momentos en que el dinero escapa de tus manos, y cuánto gastas en cada momento. Así tendrás una referencia visual de cada gasto que hagas.
Registra todo: Como si fuera un diario, te ayudará a poder llevar un conteo más detallado del proceso a lo largo del reto, a la vez que ayuda a asociarlo con esos pagos en efectivo de los que hablamos recién.
Replantea tus finanzas personales
Aunque en esas tres semanas no va a cambiar tu vida para siempre ni te harás rico, el dejar de gastar te dará dos resultados que valen la pena. Primero que nada, tendrás algún dinero acumulado en muy poco tiempo, quizá con esfuerzo al principio, pero dejándote una gran satisfacción por lo que obtengas, y puedes seguir el método después de haber pasado por gastos fuertes, como temporada de fiestas o vacaciones, para recapitalizarte.
Si sobreviviste a su carencia durante 21 días y nada malo ocurrió, bien puedes desterrar esos consumos innecesarios e ir sanando tu presupuesto para poder hacer planes con el dinero que tienes y gastarlo, ahorrarlo o invertirlo a plena consciencia.