Si tiene un jardín y le apetece darle un toque un poco diferente al que ha tenido hasta ahora, una opción es por supuesto poner plantas, pero ¿por qué no usar grava?
Cuando se usan diferentes elementos en el diseño de los jardines, se le adiciona riqueza al entorno. Por ejemplo, la gravilla es un elemento bastante común y versátil, en jardines. Además, forman superficies que no requieren mucha mantención y eso se valora.
La grava puede formar una superficie práctica y decorativa en el jardín, más económica y sencilla de mantener que un césped.
Es atractiva y no da ningún problema, fácil de establecer y armoniza muy bien con las plantas. Se ajusta a contornos irregulares y resulta bastante eficaz, tanto en áreas grandes, como pequeñas.
Se pueden diseñar jardines completos con grava, pero es imprescindible hacer un uso juicioso que incluya zonas pavimentadas y un esquema de plantación atractivo. Es buena idea separar las zonas con perfiles que impidan que la grava se extienda.
Escaleras áridas
Al unir espacios mediante escaleras, se acentúa el cambio de ambiente, y al diseñar con suelo de gravilla, se puede convertir en una zona también, porque cuando se camina por ella, se experimenta el sonido al pisarla, dependiendo del tamaño y tipo de material que se utilice.
Combine tamaños y tipos de gravillas.
Se recomienda asociar diferentes tamaños de un tipo de gravilla, porque se logran efectos súper interesantes y atractivos visualmente. Otra idea encantadora es, asociar distintos tipos de gravillas, que pueden ser de diferentes colores.
En terraza o balcón
A veces uno puede complicarse al momento de decidir cómo diseñar una terraza, pero el dicho ‘menos es más’, es bastante certero la mayoría de las veces. Destinando un área de una sola gravilla, más una superficie con deck y un par de reposeras, puede crear una zona de contemplación bien tranquila y relajante, también con casi cero manutención, lo que permite tener más tiempo para disfrutar.