Los planes individuales de ahorro son una de las opciones con las que cuentas para acumular recursos suficientes que te permitan mantener un buen nivel de vida después de que dejes de trabajar.
Se considera que el ingreso mínimo familiar para tener un retiro confortable es de $22,500 pesos mensuales. No obstante, 48% de los jubilados vive con uno de $20,000 pesos mensuales o menos.
A pesar de ser un tema indispensable en la vida de cualquier persona, el ahorro para el retiro casi siempre queda al final de la lista de pendientes o de propósitos de año.
Mientras que en países como Estados Unidos se empieza a ahorrar desde temprana edad, los mexicanos empiezan a pensar en ahorrar después de los 40 años. Una persona que empieza a trabajar desde los 25 años debe ahorrar 19% de su sueldo, pero una persona que empieza ahorrar después de los 40 deberá ahorrar 35% de su salario para poder alcanzar una tasa de reemplazo de 70%.
Actualmente el ahorro que pueda tener una persona por los sistemas de seguridad social no será suficiente para que pueda tener un ahorro digno cuando llegue a la edad de la jubilación, ya que si sólo ahorramos 6.5% de nuestros ingresos, el porcentaje obligatorio, nos vamos a pensionar con 28.5% del salario que tengamos justo antes del retiro.
La gente cree que con lo que ahorra en su afore será suficiente, pero a los 35 años las personas deben tener un año de sueldo ahorrado para su retiro; a los 45 años, deben tener tres años de sueldo ahorrado; mientras que a los 55 años de edad deben ser seis años ahorrados, y a los 65 años deben acumular al menos un saldo de 10 años de sueldos ahorrados.
La realidad es que, según varios informes, pocos mexicanos podrán mantener en el momento de su jubilación el nivel de vida de sus años como trabajadores activos.
Para disfrutar de un buen nivel de vida tras la jubilación, es necesario que, además de contribuir a tu Afore, pienses en otros esquemas para reunir recursos. Los especialistas sugieren invertir a largo plazo en instrumentos flexibles desde jóvenes.
La mayoría de los analistas coincide en que la Bolsa es el activo estrella y que los fondos más adecuados en un horizonte temporal de largo plazo son aquéllos con gran flexibilidad, en los que el gestor tenga la libertad de variar el peso de renta fija y variable y tomar posiciones en otros activos.
Su Afore no lo es todo
La pensión pública, no dará para tanto y el ahorro privado a largo plazo se impone como la única vía para vivir con mayor o menor modestia.
Aparte del tradicional instrumento de ahorro, existen otros con los cuales armar un mejor retiro. Un plan integral podría contar con todos los siguientes componentes: el Plan Personal de Retiro de cada persona; el Plan Privado de Pensiones que le brindaría su empresa; el afore; alguna cuenta especial de ahorro; aportaciones voluntarias -en siefores adicionales-; fondos especializados en el largo plazo, y finalmente el uso de seguros de vida.
Un Plan Personal de Retiro es una cuenta especial que se abre, como su nombre lo indica, con el fin de ahorrar para nuestro retiro. Debe ser abierta en una institución autorizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para operarlas (principalmente casas de bolsa, operadoras de sociedades de inversión o distribuidoras de las mismas, así como compañías de seguros).
Las aportaciones que hacemos son deducibles de impuestos en nuestra declaración anual (hasta un límite máximo, que es el 10% de nuestro ingreso anual o 5 salarios mínimos elevados al año). Es decir, si nuestro ingreso anual es de $400,000, podemos depositar como máximo $40,000 pesos en nuestro Plan Personal de Retiro, los cuales podemos deducir en nuestra declaración de abril y recuperar aproximadamente $12,000 pesos. Esto significa, que en realidad, estamos ahorrando sólo $28,000 pesos (el resto lo pone el gobierno, como un beneficio fiscal).
Es importante mencionar que el ahorro voluntario en las Afores (aportaciones complementarias para el retiro) tiene el mismo tratamiento fiscal que un Plan Personal de Retiro, lo cual puede ser una buena opción para muchas personas.
Sin embargo, en las Afores nosotros no podemos decidir cómo se invierte nuestro dinero (lo hace la Consar a través del régimen de inversión que autoriza para cada SIEFORE). Por ello para muchas personas tendría sentido abrir un Plan Personal de Retiro en una institución especializada, en el cual uno sí pueda decidir cómo distribuir nuestros recursos. En algunas ocasiones la inversión puede incluir la posibilidad de diversificar nuestros recursos en renta variable (lo cual es muy importante para maximizar nuestros rendimientos en el largo plazo) tanto local como internacional.
Llevar a cabo un buen plan de retiro es algo que requiere tiempo para pensar cuales son nuestras mejores opciones, pero dedicarle un par de horas ahora puede ahorrarnos muchos dolores de cabeza en el futuro.
Debemos aprovechar los años de acumulación (jóvenes), pues en la desacumulación se verán las necesidades. Cuando lleguen los hijos, las necesidades de ahorro serán para la educación, alimentación y recreación. Y ¿el ahorro?
Una buena idea es hacer una lista, por ejemplo: ahorro para el retiro, pago de hipoteca, gastos del hogar, educación de los hijos, vacaciones, etcétera, destina 10% del ingreso mensual al ahorro y etiquétalo en la lista.
Es importante tener metas u objetivos respecto al dinero. Haz planes de corto, mediano y largo plazo, programa tu ahorro para comprar un bien duradero, en medio año salir de vacaciones, en ocho meses para la inscripción del colegio y algunos años para un mejor retiro.
El gran paso es hacer del ahorro un hábito.