Si se atiende a la definición más amplia de comprador compulsivo, es aquel que compra solo por el placer de comprar, sin que medie la necesidad.
Ser comprador compulsivo, consiste básicamente en adquirir cosas absolutamente innecesarias, y sin haberlo planeado previamente. En este tipo de personas la compra genera placer y reprime el impulso deriva, en un estado de angustia. Quienes padecen esta condición, poseen un problema de salud mental, que hoy los psicólogos tratan con cierta frecuencia.
Para evitar las compras compulsivas, lo primero que tiene que hacer es vigilar su estado de ánimo. Es verdad que irse de compras puede levantar la moral, pero nadie en su sano juicio le dirá que así se atacan los motivos reales de estar de bajón.
Es importante crear una lista de la compra antes de ir a los comercios. Hacer una lista con los productos que busca, y su precio de referencia le ayudará a no salirse del guión. ¿Qué necesita? ¿Qué quiere? ¿Qué le gustaría encontrar? Son las tres preguntas que debe responder antes de comprar. También ayuda el llevar un presupuesto, solo llevar el dinero en efectivo y dejar las tarjetas en casa. De esta manera uno lleva el control, y se evita la tentación de gastar ‘porque se puede’.
Se recomienda también, sustituir ese comportamiento por otro, cuando surja la necesidad de comprar. Busque alguna actividad que le ayude a liberar la tensión que siente, como ir a un parque, ejercitarse o ser voluntario para alguna causa.