La dieta alcalina o dieta del pH, es rica en alimentos frescos, frutas y verduras.
La dieta alcalina, es una alimentación basada en alimentos altamente depurativos y de alta densidad nutricional, con gran contenido en sales alcalinas, alimentos verdes ricos en clorofila, legumbres, algunos cereales integrales y aceites omega de calidad (semillas y frutos secos).
Este plan de alimentación tiene el objetivo de que las personas bajen el consumo de los alimentos ácidos, y privilegien aquellos considerados como alcalinos. De esta manera, el pH del organismo se regula, y la función de cada órgano se potencia en su máxima expresión.
Un alimento se clasifica como alcalinizante o acidificante, en base a su efecto bioquímico en el organismo. Dicho de otro modo, no se trata del pH del alimento en sí, sino de si ese alimento hace subir o bajar el pH de los fluidos intersticiales al consumirlo. Es importante entender bien este concepto, porque un alimento puede ser ácido, pero ello no implica que sea acidificante, sino que puede tener un efecto alcalinizante al ingerirlo, como es el caso del limón. Sucede lo mismo con la mayoría de las frutas, ya que, aunque muchas son alcalinas, su contenido en azúcar, es muy elevado, y por tanto acidifican al organismo, cuando son consumidas.
La dieta alcalina tiene una filosofía fundamental, que dice que cuando el entorno celular es ácido, el cuerpo puede padecer de muchas enfermedades y peor salud. En un entorno alcalino el organismo se encontraría en su mejor estado de salud.
• En la escala del pH, 15 son los niveles que distinguen el estado del organismo.
• Va de 0 a 14 y el 7, es el estado neutro. Del 0 al 6, los valores de acidez son altos, y del 8 al 14, el nivel alcalino alcanza su expresión máxima.
En este sentido, mantener un pH regulado, es vital en el desarrollo de nuestras capacidades. El pH influye directamente en la presión arterial, en los procesos metabólicos, respiratorios y el comportamiento de los vasos sanguíneos.
¿Cómo saber si se está alcalino?
Saber cuál es el pH en el cuerpo, es algo muy importante ya que la acidez en el organismo suele desencadenar tarde o temprano, en muchas enfermedades. Existen 3 métodos para medir el pH de nuestro cuerpo.
• Test de pH con la orina
• Test de pH con análisis de sangre
• Test de pH con la saliva
Productos que causan la acidez del pH
Son diversos los productos y alimentos que desencadenan diferentes enfermedades que dañan al organismo lentamente. Por ejemplo, los medicamentos son generadores de ácido.
Los edulcorantes que algunos eligen para desechar el azúcar, también causan daño, forman partículas con niveles extremos de acidez. En general, los alimentos ácidos son: las carnes, los cereales, las legumbres, el pollo, el pescado y huevos.
El lado alcalino del pH
En la dieta alcalina se debe consumir un 80% de alimentos alcalinos. Luego de recuperar las condiciones y de sentirse a gusto con los resultados, se puede mantener el equilibrio del pH con una distribución de 60-40.
Algunos alimentos alcalinizantes son:
La papa, hortalizas verdes, hortalizas coloreadas como la zanahoria y la remolacha, maíz, leche, nata, mantequilla, plátanos, almendras y nueces de Brasil, castañas, frutos pasos (orejones, dátiles, higos pasos, ciruelas pasas, uvas pasas), agua mineral alcalina, aceitunas negras, aceite de oliva de presión en frío, aguacate, azúcar integral, germinados, sal, algas, especias verdes.
Además, existe un tercer grupo, los alimentos ácidos que pueden alcalinizar el medio interno según las características metabólicas individuales: yogur, kéfir, limón y cítricos, frutos del bosque, fruta dulce (melón y sandía), hortalizas ácidas (tomate, ruibarbo, berros, acedera), chucrute, zumos de frutas y de limón, miel, vinagre.
También hay que tener en cuenta que la alcalinidad incluye, además de la dieta, otras pautas y hábitos enmarcados dentro un estilo de vida saludable y alcalino. El consumo de agua alcalina de calidad, el ejercicio físico moderado y un adecuado descanso, entre otras cosas, son fundamentales para mantener nuestro pH equilibrado.
Las claves de la dieta alcalina
Cada comida debe estar constituida por alimentos alcalinizantes en mayor proporción, que los alimentos acidificantes.
Hay que adaptar las proporciones a las circunstancias, y las capacidades metabólicas de cada persona, es decir, consumir los alimentos ácidos cuando el organismo está preparado para ello: por ejemplo, para las personas llamadas ‘metabolizadores débiles’, es mejor consumir la fruta por la tarde, cuando su metabolismo funciona a pleno rendimiento y tiene la capacidad de eliminar sus componentes ácidos sin problemas.
Se debe dejar tiempo suficiente para hacer frente a un aporte extra de ácidos, para que sean reconstituidas las reservas de bases que neutralizan los ácidos.
Debe incluir una parte de alimentos frescos en forma de ensaladas y fruta fresca a diario, pues en la cocción de los alimentos, aumenta su potencial acidificante.