Luego de pensarlo tanto, decidiste por fin vender tu casa. Pero pasan meses y el asunto no resultó tan fácil como pensabas. Existen factores que pueden prolongar el periodio de venta de tu casa.
1. El precio:
Mientras más justo y cercano sea el precio al valor real de la propiedad, más probabilidades hay de vender. Ponerla a sobre precio es uno de los errores más comunes. Puede que tu vivienda tenga un valor incalculable para ti desde el punto de vista emocional, pero al momento de vender, eso no cuenta.
2. La poca disponibilidad para mostrarla:
No es fácil sacrificar los domingos, o días especiales para enseñar tu casa, pero los compradores pueden aparecer en el momento que menos lo esperas. Debes intentar estar disponible la mayor parte del tiempo o considera si contratar los servicios de un agente inmobiliario es la solución.
3. Poca flexibilidad para negociar de tu parte:
Aún con el precio adecuado, la mayoría de los compradores querrán negociar y te harán ofertas. Si no estás dispuesto a negociar, reduces tus probabilidades de vender. Previamente debes decidir hasta cuánto puedes ser flexible en el cierre de venta.
4. Problemas visibles:
A veces pequeños detalles hacen lucir tu casa descuidada y tienen un impacto negativo en posibles compradores. Goteras, grietas, basura, humedad, paredes manchadas o mal pintadas y puertas de closets rotas son algunas de las cosas que puedes mejorar para que tu casa luzca mejor ante los visitantes.
5. Mala primera impresión:
Esto influye ya que muchas veces los clientes con sólo ver la fachada de una propiedad ya no les interesa conocerla, por eso es recomendable invertir una pequeña cantidad de dinero en mejorar su imagen. Pintar la fachada con agradables colores cambia significativamente su apariencia.
6. Ofertas muy bajas:
¿Te parece muy justo el precio de tu casa? No te sorprendas si los compradores te hacen una oferta que encuentras ridícula. Son tiempos difíciles y nadie quiere perderse una oportunidad, hay clientes que simplemente dicen una cantidad para saber qué pasa. No te ofendas ni lo tomes personal, puedes hacer una contra oferta.
7. La casa no luce atractiva:
Es difícil que te des cuenta tú mismo, pero si te preguntas, qué tiene tu casa que no gusta tanto a los visitantes, como piensas que debería ser, consulta a tu agente de bienes raíces o un experto en “staging”, una técnica que sacará a relucir los mejores atributos de tu casa.
8. Problemas visibles en la comunidad:
Podrías tener tu casa muy linda, pero si para llegar a ella hay calles llenas de basura, carros descuidados o en reparación en las calles, otras casas feas o descuidadas, o terrenos baldíos donde se reúnen grupos para hacer ruidos o cosas ilegales, todo eso afectará a tus compradores. Es algo que no puedes controlar, pero debes estar consciente de su impacto y estar dispuesto a negociar precio y a contestar preguntas de los clientes.
9. Saturación del mercado:
Este es un mercado de compradores, si tu casa no les conviene como negocio, tienen otras para escoger. Por eso es importante poner tu vivienda en competencia. Que tenga buen precio, que esté en las mejores condiciones y tú flexibilidad al negociar pueden hacer la diferencia.