No necesitas una pared grande y lisa para explotar las posibilidades de una estancia, con cuadros modernos y una esquina se pueden hacer maravillas.
Prácticamente no tenemos que disponer de una pared gigante y colocar un cuadro gigantesco para llamar la atención. Una esquina, un pequeño rincón tranquilo en cualquier zona de nuestro hogar, es suficiente para crear un espacio moderno, original y entrañable.
La idea es utilizar cuadros doblados, es decir, que hagan un ángulo de 90 grados, sobre las esquinas o columnas del salón, cocina o dormitorio. No tiene por qué estar centrados, la asimetría es bella. Esto revestirá el hueco con elegancia y dejará entrever lo bien optimizado que tienes el espacio.
Debemos tener en cuenta que disponemos de dos ángulos de visión, uno para cada lado de la esquina. Un diseño magnífico sería pensar escenas diferentes a cada lado de la pared, independientes, pero que al situarse en el vértice del cuadro (el mismo vértice de la pared) cobrasen un nuevo sentido.
Otras ideas para usar los cuadros en esquinas:
- Crear composiciones con cuadros de igual color y estilo pero de diferentes tamaños o utilizar marcos completamente distintos.
- Dejar espacio entre marco y marco o colocarlos todos pegados unos al lado de los otros.
- Diseñar y crear cuadros específicos que hagan esquina.