Durante la temporada invernal, el consumo de vitamina C en diferentes presentaciones incrementa, sin embargo, no es la única que ayuda a mantener el sistema inmune optimizado para evitar enfermedades.
En temporada de frío, el consumo de vitamina C adquiere más popularidad que en cualquier otra temporada, pues es considerada una gran aliada para prevenir resfriados ante los cambios bruscos de temperatura.
Aunque esta idea no es del todo equivocada, la vitamina C es únicamente parte del equipo que forma con otras vitaminas y minerales que son de utilidad para ‘optimizar’ el funcionamiento del sistema inmunológico.
Una cosa es optimizar, es decir que algo llegue a su situación más óptima, y otra cosa es fortalecer. Hablando de las vitaminas y minerales, éstas pueden ayudar a optimizar el sistema inmunológico, pero el tema de fortalecer como tal, es únicamente una característica de las vacunas, aseguran los expertos en nutrición.
Y además de la vitamina C, la vitamina A, la vitamina D, el hierro y el zinc en conjunto han mostrado tener efectos positivos para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, pues nos mantienen bien nutridos y por ende, tenemos una mejor respuesta ante enfermedades.
Muchas células del cuerpo colaboran para defenderlo de distintos patógenos y los glóbulos blancos y las mucosas son las primeras líneas de defensa, las cuales, son protegidas principalmente por la vitamina C y la vitamina A. Durante épocas de frío, nosotros tenemos que tener las mucosas en buen estado y durante el invierno, la naturaleza nos da los alimentos esenciales para lograrlo.
Además de los cítricos propios de la temporada, como: las mandarinas, las naranjas y las toronjas, los kiwis, las guayabas y sorprendentemente, los chiles, son excelentes fuentes de vitamina C. El chile poblano es una de las mejores fuentes de vitamina C, al igual que los tomates y los jitomates, sin embargo, esta vitamina es sensible al calor, por lo que dichos alimentos deben consumirse preferentemente crudos. Las salsas crudas son una gran alternativa para dar sabor a los platillos y la parte de disfrute no debería estar peleada con la nutrición.
Solo el 44.9% de los adultos consume diariamente verduras y solo el 49.7% consume diariamente frutas, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, lo que indica que uno de cada 2 mexicanos no lleva a cabo una alimentación ideal.
La fruta se come, no se bebe, la clave es comerla, y en el caso de los cítricos, comerlas completas es lo ideal.
CUÁNDO RECURRIR A LOS SUPLEMENTOS
Es bastante común ver a la venta durante esta época diferentes presentaciones de suplementos alimenticios, especialmente de vitamina C, desde efervescentes, ampolletas y cápsulas, sin embargo, debe recurrirse a éstas únicamente en caso de tener una deficiencia al no consumir las frutas y verduras suficientes para alcanzar los requerimientos diarios.
Es preferible consumir las vitaminas y minerales a través de los alimentos y en cuestiones específicas, a menos que haya deficiencias, hay posibilidad de suplementar. Si llevamos una alimentación correcta, no es necesario suplementarnos.