Le decimos a qué corresponde la cantidad de depósito que debe pedir, si quiere rentar su casa y le explicamos para qué se ocupa este dinero.
Al rentar cualquier bien inmueble, el arrendador (el dueño del lugar) solicita un depósito inicial al arrendatario (el inquilino). Este dinero sirve como garantía para el arrendador, en caso de que el arrendatario provoque algún desperfecto o se atrase con el pago de alguna mensualidad.
¿Para qué sirve el depósito de una renta?
El depósito de seguridad es una cantidad que se entrega al dueño del inmueble en renta, como presupuesto de reparación en caso de que, al finalizar el contrato, existan deudas del inquilino o deterioros causados por maltrato en las instalaciones.
El monto del depósito se estipula en el cierre del contrato de arrendamiento y se entregará al momento de la devolución del inmueble. El depósito en garantía, es parte de los requisitos forzosos que se deben cumplir para poder rentar una propiedad. Todos los contratos de arrendamiento deben indicar el estado de conservación del inmueble al momento de su entrega, para garantizar que se encuentra en óptimas condiciones para ser habitado y dejar un registro de su estado. En este documento debe incluirse la descripción de la condición actual de los pisos, pintura y techos, así como la cantidad de piezas de mobiliario en el caso de que existan. No obstante, si no se presenta ningún inconveniente, al final del contrato el arrendador debe devolverle el depósito al inquilino y todos quedan felices y contentos.
Ahora bien, ¿cuánto se debe pedir de depósito? ¿Hay algún límite máximo? Pues bien, no hay ninguna ley que establezca un límite como tal, pero sí hay ciertas costumbres en los contratos de arrendamiento.
En general, el depósito que se solicita es igual a un mes de renta, así que el arrendatario debe pagar dos meses de renta, para dar inicio al contrato y poder habitar el lugar.
Sin embargo, las condiciones pueden cambiar según los acuerdos a los que se llegue. Habrá arrendadores que pidan más y otros menos. Lo importante es fijar esta cantidad desde un inicio y expresarla de forma clara en el contrato, para evitar confusiones o conflictos entre ambas partes.