La íncreble formación rocosa que se encuentra en el interior de las cuevas de Reed Flute Cave sin duda se encuentran dentro de los destinos más espectaculares y sorprendentes del mundo.
La cueva Reed Flute (Cueva Flauta de Caña), se encuentra en Guilin, en la región de Guanxi, China. Se trata de una cueva de piedra caliza natural, con iluminación multicolor y ha sido una atracción turística desde hace más de 1200 años. Data de hace más de 180 millones de años. La cueva debe su nombre a las cañas de bambú que crecen en la entrada de la cueva, de las que se fabricaban flautas, está llena de una gran cantidad de estalactitas, estalagmitas y formaciones rocosas de formas extrañas y maravillosas.
En el interior, hay más de 70 inscripciones escritas en tinta, que se remonta tan lejos como 792 A.D en la dinastía Tang. Estas inscripciones nos dicen que ha sido una atracción en Guilin desde la antigüedad.
Si bien las bellezas sorprendentes de esta cueva se encuentran allí desde tiempos milenarios fue redescubierta en la década de los 40 por un grupo de refugiados que huían de las tropas japonesas. Fue en ese momento que el gobierno de la región de Guilin en Guanxi tomó consciencia del verdadero valor de estas cuevas para el crecimiento del turismo local. Luego de pasar por investigaciones topográficas especializadas que dieron como resultado información acerca de la gran variedad de mineras que se encontraba en su interior, se comenzó a ambientar la cueva de Reed Flute. El primer objetivo del gobierno fue que se encuentre óptima para la visita de turistas y en pocos meses organizó una puesta de luces estratégicamente. Hoy en día, los rayos multicolor iluminan artificialmente la cueva.
Una gruta, llamada el Palacio de Cristal del Rey Dragón, puede contener cerca de 1.000 personas. Durante la guerra, esta gruta sirvió como un refugio antiaéreo. Lo más destacado en esta cueva es una gran losa de piedra blanca que cuelga de una cornisa como una catarata, con una estalactita con forma humana en el lado opuesto.
Dice la leyenda que cuentan los guías turísticos locales, que algunos de los escenarios intergalácticos que se ven en la saga de Star Wars estuvieron en realidad inspirados en la impactante belleza de la cueva de Reed Flute. La productora y los técnicos de escenografía de George Lucas visitaron el interior de las cuevas fascinados por toda la fama que estas tenían en la región. Si bien esos rumores nunca fueron confirmados por el equipo de George Lucas, lo cierto es que no cabe duda de que las cuevas de Reed Flute son un paisaje de otro planeta.