Cuidar las herramientas que usamos para el jardín no requiere de grandes trabajos. Con estos consejos durarán por más tiempo en perfecto estado.
Un jardín requiere de tiempo y trabajo, pero también brinda mucho placer una vez que podemos lucirlo. Hay muchas actividades por realizar, regar, sembrar, abonar, cuidar de las plagas, cortar el césped o podar las plantas, etc. y para todas estas actividades existen herramientas que nos ayudarán a realizarla de la mejor manera.
Las herramientas de jardinería hogareñas tienen sus trucos de conservación y mantenimiento. Aquí hemos reunido algunos consejos que seguramente podrás poner en práctica con mucha facilidad, para tenerlas siempre en perfectas condiciones, y listas para su uso adecuado.
• Luego de su uso debemos limpiarlas, retirando restos vegetales, tierra y cualquier suciedad, dejándolas limpias y siempre secas. Cualquier resto y la humedad, las deteriora en seguida.
• Si en las herramientas de filo notas oxidación, un buen truco es repasarlas con un trapo embebido en kerosene o aceite para maquinarias (o grasa, o algún tipo de lubricante), frotando con mucho cuidado para no sufrir heridas. Luego, repásalas nuevamente con un paño limpio y seco.
• Las mangueras y piezas flexibles de jardinería debemos tenerlas lejos del sol directo cuando estén fuera de uso, pues el calor excesivo las resquebraja. También debemos recordar guardarlas bien enrolladas y sin quiebres.
• Las herramientas plásticas y de resina son menos laboriosas, bastará con lavarlas con agua jabonosa tibia y secarlas bien antes de guardarlas apropiadamente.
• Guarda las herramientas en el interior y colgadas para arriba. No apoyadas contra la pared tocando el suelo, incluso si éste está pavimentado. Una vez más, la humedad es el enemigo aquí.
Tip profesional: Para mantener engrasadas las herramientas con parte de metal, podemos tener un contenedor (hecho con tablas de palet, o con una lata de pintura de 30 litros, por ejemplo) lleno de arena a la cual hemos hechado aceite usado de coches (o similar), el aceite que este bien mezclado con la arena (la arena debe estar húmedo pero no empapada). Posteriormente cuando vallamos a guardar la herramienta después de haberla utilizado, se clavará varias veces en la caja con la arena engrasada, y después guardaremos nuestra herramienta o la dejamos enterrada en la arena. Así se mantendrán las herramientas limpias y sin oxidarse y además ayudará a que se mantengan afiladas.