El granito es una piedra natural muy usada en la construcción y forma parte de muchos hogares.
Posee una dureza notable, lo que la hace ideal para diferentes espacios, ya sea interiores o exteriores, así como para los pisos o las cubiertas de las cocinas modernas.
Si bien es un material sumamente noble y de gran resistencia, un buen mantenimiento colabora en forma clave a conservar un aspecto excelente.
Puede encontrarse en una gran variedad de colores, texturas y diseños, siendo estos los motivos por los cuales se pueden adaptar a casi todos los ambientes. Además, es un material de gran durabilidad y elegancia.
Cuidados y mantenimiento
Este material es resistente al agua, a las manchas, al calor y a las rajaduras; para la mayoría de los casos, sólo bastará con un paño húmedo para limpiarlo.
• En caso de que se derrame algo, debes limpiarlo de inmediato, sobre todo si se trata de aceite. Los más perjudiciales son los líquidos alcalinos o ácidos, como el zumo de limón o vinagre, vino, detergentes y alcohol.
• No debes frotar el granito con materiales abrasivos (tales como esponjas metálicas, estropajos, lanas de acero, limpiadores a base de cloro, lejía).
• No dejes ningún montículo de sal o detergente sobre la superficie del granito.
• El granito no debe tener contacto con ácidos fuertes o químicos, tales como decapantes, quita-grasas, limpia hornos, quitaesmaltes, desengrasantes o productos similares.
• Para un acabado más duradero, se puede sellar la superficie para reducir su porosidad natural. El mantenimiento para la superficie debe hacerse cada cuatro meses después de limpiarlo con un detergente neutro.
El granito es un material natural, y raras veces, presenta defectos o imperfecciones debido a las características inherentes del transporte de dicho material.