Trabajar en una oficina puede parecer inofensivo, pero la verdad es que la costumbre de permanecer sentado en la misma posición durante horas puede desencadenar graves problemas de salud.

Un mexicano trabaja 10 horas diarias, en comparación con los demás países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que sólo lo hacen 8 horas. Muchos de los problemas de salud generados por extensas jornadas laborales, son consecuencia del uso de equipos y espacios inadecuados de trabajo en los que no consideran las capacidades y limitaciones de los trabajadores, lo que ha reflejado un incremento de lesiones biomecánicas, músculoesqueléticas, incomodidad y excesiva carga física y mental, que a mediano y largo plazo influye en la disminución de la productividad del trabajador, y que finalmente repercuten en la economía de las empresas.

Cuidar la postura: Una manera de cuidar la salud, es cuidando la postura para que la espalda no se resienta. Esto se logra colocando los dos pies en el piso y las piernas formando un ángulo recto. Una buena postura también ayuda a tener una buena oxigenación. Aunque la elección de una la silla es importante para evitar estos dolores, no es del todo suficiente. Lo más importante es adoptar unos buenos hábitos en cuanto a la postura al sentarse.

Mantener una actitud positiva y poder disfrutar de la tarea que se realiza: Conviene evitar la sensación de rutina que puede ocasionar la realización de trabajos repetitivos o monótonos y para esto es recomendable realizar actividades que nos permitan variar nuestra ocupación.

Tomar constantemente agua natural: El agua, entre muchas de sus propiedades como oxigenador del cuerpo, también ayuda a desechar esos excesos que muchas veces no se necesitan; ayuda también a mantener un estado de saciedad, evitando que llegue la chatarra que en muchas ocasiones se puede llegar a ingerir.

Pararse: El pasar muchas horas sentado puede afectar la circulación y causar más adelante problemas cardiacos o estéticos como las famosas várices. Es bueno levantarse y estirarse cada hora; esto, además de ayudar la salud, será una buena oportunidad para tener algo de actividad física. Hacer todo lo que se pueda para caminar: desde dejar el carro en la siguiente cuadra, hasta evitar el elevador o escaleras eléctricas.

Organizar la jornada. Crear un cronograma y anotar las tareas y reuniones, es muy útil para planificar la semana y priorizar las actividades que se tienen que realizar, de esta manera se evitará la recarga de tareas y por lo tanto, se minimizará el estrés.

Preparar los alimentos. Muchas veces es difícil llevar esta tarea, pero sin lugar a dudas es lo más recomendable. Llevar la dieta a la oficina evitará la comida con muchos carbohidratos y grasas que no se necesitan. Preparar en casa frutas y verduras, para llevar al trabajo. Para casos de emergencia guardar en el escritorio alimentos no perecederos como: frutos secos,  barras o galletas de cereal integral, carne seca, conservas, etc.

Hacer yoga o gimnasia laboral. Empresas como Google, que priorizan el bienestar y la felicidad de sus empleados por sobre muchas cosas, han desarrollado una metodología de trabajo que parece muy saludable. Se trata de, dos o tres veces por semana, contratar un profesional para realizar 1 hora de gimnasia entre los empleados. De esta forma, no sólo fomentarán el vínculo afectivo sino que también ejercitarán su cuerpo, evitando males causados por el sedentarismo.

Luz ambiental adecuada. Utilizar luz blanca o azulada ya que evita la fatiga. La luz natural es buena pero debe haber cristales polarizados, cortinas o filtros que regulen la intensidad para evitar grandes cambios a lo largo del día o en las diferentes estaciones del año.

Limpieza. Mantener el espacio limpio y ordenado. Así se encontrará fácilmente el material de trabajo y se evitarán alergias ocasionadas por el polvo.

Ruido. Mantener el nivel de ruido bajo, si el trabajo lo permite poner música tranquila y a bajo volumen, o utilizar audífonos a volumen moderado.

El descanso es fundamental. Además de un buen descanso nocturno es importante respetar el tiempo de descanso de la jornada laboral. Es recomendable también, abandonar el lugar de trabajo durante este tiempo, y si es posible, disfrutar al aire libre, o utilizar el comedor o área de descanso del trabajo.

Hacer terapia. Consultar con un especialista de la salud mental es una forma de fomentar el bienestar. Actualmente, son muchos los casos de trabajadores que laboran bajo estrés, lo que según un estudio de la Universidad de California aumenta el riesgo de sufrir enfermedades psiquiátricas.