Redonda, ovalada, rectangular, cuadrada… ¿cuál es la mejor?
Depende de tus costumbres. Las familias con muchos miembros suelen optar por mesas grandes y redondas u ovaladas pero con extensiones en el centro o alas plegables para que todos puedan verse y generar una sensación de convivencia.
Las parejas jóvenes prefieren mesas cuadradas y sencillas que reciclarán y colocarán en otra habitación cuando aumenten la familia o cuando el presupuesto lo permita.
Las mesas rectangulares, con un aspecto a menudo más rígido, son aconsejables si se reciben visitas, sobre todo de trabajo, con las que haya que mantener un cierto protocolo.
Más allá de estas consideraciones, la mesa del salón es otro elemento decorativo más del interior. Es cierto que debe ser funcional pero también bonita. Y en cuanto a esto todo es cuestión de gusto: la mesa con tonalidades campestres dará un toque de alegría a la estancia mientras que la de diseño añadirá estilo al interior.
Piensa también en las mesas que llevan accesorios por ejemplo para hacer circular los platos, existen mesas con plataformas giratorias.
Para evitar las idas y venidas a la cocina y abandonar constantemente a los invitados elije una mesa con espacio para la vajilla. Además, no tendrás que levantarte por un cubierto si la mesa dispone de un cajón exclusivamente para la cubertería.
¿Dónde colocarla?
No nos engañemos, lo mejor es contar con el suficiente espacio para ponerla en el centro de la estancia, justo debajo de una inmensa araña o de una lámpara con las formas más variadas: lágrimas, medias lunas, octogonal, etc.
No obstante son muchas las familias que viven en espacios cada vez más reducidos. No te preocupes porque hoy en día hay mesas de centro o consolas sencillas transformables en mesas que pueden acoger hasta seis personas. Y no olvidemos las mesas libro, que doblarán la capacidad de acogida sin dejar de ser compactas y funcionales. Cuando la pliegues dobla una de las alas para poder arrinconar la mesa hasta la pared. Coloca un bonito mantel, una lámpara... ¡y listo!
El presupuesto
El precio varía dependiendo de los materiales utilizados, las medidas, la posibilidad de agrandarla y de la marca. Puedes encontrar mesas desde $2,000 a $50,000, incluso, más caras.
¿Y las sillas?
Los comerciantes normalmente siempre venden la mesa a juego con las sillas. Pero las combinaciones casi nunca son acertadas. Inventa y establece asociaciones ingeniosas que den protagonismo a la mesa. Por ejemplo, tapiza tus antiguas sillas con textiles que estén de moda y ponlas en una mesa de diseño. También puedes pintarlas. Atrévete y personalízalas.