Uno de los países donde más se celebra y recuerda a sus muertos es México, por todo el simbolismo y el significado que tiene el festejo para nuestro país. Pero existen otros puntos alrededor del mundo que conmemoran la ocasión de manera singular, casi todos ellos son celebrados en el mes de octubre aunque existen algunas excepciones.
• México: Tradición prehispánica
El Día de Muertos en México fué declarado por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Es una tradición que ha sobrevivido a través del tiempo y posee una serie de características especiales. Las ofrendas, platillos, flores de cempasúchil y distintas ceremonias, que se realizan para la llegada de los muertos son algunas actividadesque sólo en México se realizan. Su origen se remonta desde la época prehispánica, en la que era común conservar cráneos como trofeos y mostrarlos en los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento. Esta tradición se convirtió después en el Día de Muertos. Actualmente, esta fiesta coincide con celebraciones católicas del Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos, comienza el 1 de noviembre con la llegada de los niños fallecidos y el segundo día con el arribo de los adultos. Es común en esta fecha acudir al panteón a visitar a nuestros muertos, colocar una ofrenda en casa, con la comida que más les gustaba disfrutar en vida
•Japón: un país diferente
Seguramente sabes que en lugares de Oriente las tradiciones se celebran de forma distinta que en Occidente. La prueba es el Día de los Muertos en Japón. A esta fiesta se le conoce como Obón, o Día de las Linternas, y es conmemorado en el mes de agosto. Tal cual su nombre lo dice, los nativos de este país se encargan de elaborar y encender linternas para llamar a sus difuntos e indicarles el camino a sus espíritus. Una vez que terminan este ritual, las lámparas son depositadas en el río para que la corriente les indique su regreso.
•Estados Unidos e Inglaterra: tradiciones gemelas
Esta celebración llevada a cabo la noche del 31 de octubre llamada Halloween es conocida por una gran mayoría de personas alrededor del mundo. Tiene sus orígenes en la cultura céltica y arribó al país anglosajón con los primeros inmigrantes irlandeses, pero es un hecho que nadie se queda en casa durante esta fecha en estos dos países, ya que tanto ingleses como estadounidenses disfrutan el disfrazarse y salir a pedir dulces con su ya famoso grito de “trick or treat”. Otras actividades típicas de Halloween son las fiestas de disfraces, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura historias de miedo y las películas de terror. El festejo está fuertemente ligado a símbolos como la Jack-o’-lantern y a los colores negro y naranja.
•Bielorrusia: místicas procesiones
Este país celebra su Día de Muertos de una manera que resulta peculiar: la gente nativa del lugar y las autoridades eclesiásticas salen a las calles haciendo algunas procesiones pidiendo por sus difuntos y así caminan hasta llegar a diversos cementerios donde se les dedican palabras y oraciones a los fallecidos. Cabe mencionar que en esta fecha, conocida como Dzyady, no hay ofrendas ni rituales específicos que se practican más allá de las procesiones, pero sí es celebrada por muchas personas.
•España y Francia: no se olvidan de sus muertos
Al ser países altamente fieles, España y Francia suelen compartir esta tradición y devoción por sus muertos. Las personas originarias de estos lugares europeos suelen darse cita en los principales panteones para llevarles flores y arreglar las tumbas de sus difuntos. Cabe mencionar que en Francia, esta tradición conocida como "La Toussaint" se ha vuelto uno de los tantos atractivos turísticos, porque a las personas que visitan el país les gusta observar cómo llegan y recuerdan a sus fallecidos. Algunos de ellos son muy famosos, como es el caso de Jim Morrison, vocalista del grupo de Rock "The Doors", cuyos restos yacen ahí.
•India: un país muy creyente
India es un país cuyas costumbres están muy arraigadas a su población. El Día de Muertos suelen concentrar a todos los santos de los cuales son devotos en un altar, rezarles y elevar sus principales oraciones pidiendo el descanso eterno de todos sus difuntos. Además de esto, también se unen a las miles de personas que llenan las tumbas en los panteones con cientos de veladoras lo cual le da un toque muy nostálgico el primero de noviembre de cada año.
•Filipinas: lo toman con mucho humor
Filipinas se parece un poco a México con la celebración del Día de Muertos, porque lo toman de una manera un poco cómica y hace burlan de esto. En algunos puntos de las ciudades principales se colocan féretros vacíos en los cuales las personas se introducen y "espantan" a la gente que pasa por las calles del lugar saliendo de ellos y gritando. Se suman a la forma de celebrar de otros países, donde se aborda el tema de una manera más ligera y menos sombría.
•Guatemala: se llena de flores
La creencia y forma de recordar a sus perecidos en Guatemala es muy similar al de otros países en América Latina, ya que crean altares con los elementos característicos de esta celebración, como la flor de muerto con la que adornan las entradas de las casas. Uno de sus sellos característicos, además de comer fiambre --un embutido hecho de carnes frías, embutidos y vegetales que sólo se come los días 1 y 2 de noviembre-- es el vuelo de sus barriletes o papalotes. Éstos llegan a medir hasta 20 metros de diámetro, y lo realizan el día 1 de noviembre. Esta tradición tiene dos versiones acerca de su origen: una de ellas destaca que es para establecer una conexión entre los vivos y muertos, por la relación del aire que vuela a los barriletes y que es desde la tierra donde son manipulados; la otra menciona que cada uno de los colores representa a los tipos de maíz que se dan para rendirle culto a la tierra.
•Ecuador: viven la fiesta
Para los ecuatorianos, el Día de Muertos no es motivo de tristeza sino todo lo contrario. Es cierto que en algunos lugares del país se colocan altares, pero la mayoría de la gente se reúne con los familiares y amigos del difunto, quienes preparan deliciosos platillos y grandes banquetes para hacer una comida en honor al perecido. Es en esta celebración cuando aprovechan para recordarlo y contar algunas de sus anécdotas más especiales de cuando vivía. Uno de los sellos de este lugar es comer la guagua de pan, hecho de harina de trigo que se elabora en forma de niño o bebé. Éste lo acompañan de la colada morada, una bebida espesa (como un atole) de dicho color porque incluye ingredientes como harina de maíz negro, mortiño (arándanos) y mora.