Desde 1996, cada 23 de abril es el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. Esta fecha fue escogida por iniciativa de la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y con el objetivo de alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.
Es un día simbólico para la literatura mundial ya que ese día en 1616, fallecieron Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. La fecha también coincide con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes como Maurice Druon, Haldor K.Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo.
La idea original de esta celebración partió de Cataluña, del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, proponiéndola a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona. Poco después, en 1930, se instaura definitivamente la fecha del 23 de abril como Día del Libro mundial, donde este día coincide con Sant Jordi (San Jorge), patrón de Cataluña y Aragón y es tradicional que los enamorados y personas queridas se intercambien una rosa y un libro.
En 2001, la UNESCO nombró a Madrid Capital Mundial del Libro. Desde entonces cada 23 de abril, diferentes capitales de países del mundo han ido acogiendo este honor, realizan durante el año diferentes actividades culturales relacionadas con los libros. En 2002, Alejandría ocupó el puesto, Nueva Delhi en 2003, Amberes en 2004, Montreal en 2005, Turín en 2006, Bogotá en 2007, Ámsterdam en 2008, Beirut en 2009, Liubliana en 2010, Buenos Aires en 2011, Ereván en 2012 y Bangkok en 2013.
Actividades:
Una de las actividades más disfrutadas por los amantes de los libros son las ferias que se organizan para estas fechas en diversas ciudades a nivel mundial. En ellas es posible tanto recorrer los stands de las diferentes editoriales y conocer las úlltimas novedades, como asistir a conferencias y presentaciones, talleres o incluso, dialogar con los autores y volver a casa con un ejemplar firmado de puño y letra, por su autor.
Si queremos festejar este acontecimiento de manera entretenida, sólo debemos usar nuestra imaginación y pensar en todo aquello que despierta la lectura y el fantástico mundo de la palabra.