La luz indirecta proporciona iluminación tenue y se encarga de diluir la percepción del observador produciendo efectos luminosos con una luz brillante no localizada.

La decoración de casas, depende de muchos aspectos. Además del mobiliario, el estilo que sigan las estancias, los textiles, los revestimientos o los colores con los que se decidan vestir cada rincón; hay un elemento que es imprescindible para que, todos los demás puedan brillar con luz propia, se trata de la luz o la iluminación que se le da a las diferentes habitaciones de la vivienda.

Lo que está claro es que para este propósito, las luces Led son toda una ventaja, sus siglas provienen de Light Emitting Diode, que en español quiere decir: Diodo que emite luz. Cabe mencionar que se trata de una luz menos contaminante que otras, ya que no tiene tungsteno ni mercurio. Además, su durabilidad es bastante mayor, se pueden encender ocho horas al día, durante quince años.

La iluminación indirecta es el resultado de conseguir que un punto de luz que está oculto a simple vista, se refleje sobre una superficie. La superficie que suele elegirse para esto, son los techos, aunque también se realiza sobre paredes en algunas ocasiones.

La luz indirecta en paredes y techos, además de decorar y generar una sensación de mayor espacio, también es una forma de iluminar una estancia, ofreciendo una sensación diferente de ambiente agradable, remarcando además la línea de las zonas donde se localiza. Este sistema puede instalarse de distinta forma y estilo, dependiendo del reparto de mobiliario, ubicación de entrada, salida o ventanas.

Al instalar una pared donde vaya ir alojada luz indirecta, se estudia previamente al igual que en techos, distancias y ángulos de visión para quedar totalmente oculta, y que el haz de luz ilumine el espacio deseado.

Un fosado a la altura del rodapié con iluminación oculta, esquinas de encuentro entre paredes, y dobles fondo como para alojar un televisor o una chimenea, son las formas más recurrentes de otorgar iluminación indirecta en paredes.

En cualquier caso al proyectarse la luz sobre la superficie, deberá estar libre de cualquier mínima imperfección, ya que cualquier detalle se sobredimensionará.

Jugar con la luz indirecta produce efectos luminosos muy impresionantes, cubriendo paredes o techos de una luz brillante pero no localizada.