Además de ser un condimento importante para sazonar nuestras comidas, el ajo combate algunas bacterias en nuestro organismo.
Es considerado unos de los mejores antibióticos naturales, gracias a su capacidad de atacar los patógenos, eleva las defensas del organismo y combate las infecciones intestinales.
Ayuda a eliminar las toxinas y bacterias patogénicas que afectan la flora normal del intestino, siendo útil para tratar las parasitosis.
Píldoras vs ajo
Según un estudio realizado por la Universidad Estatal de Washington, las propiedades naturales del ajo son más efectivas que algunas píldoras. El sulfuro de alilo, un compuesto del ajo, es muy eficaz para luchar contra las bacterias Campylobacter Jejuni y la Escherichia Coli.
Estas bacterias son causantes de enfermedades intestinales y tienen la facultad de crear una película que las hace resistentes a los antibióticos.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, de Estados Unidos y publicado en una revista de nutrición, demuestra que las personas que consumen ajo crudo o cocinado con regularidad, reducen a la mitad el riesgo de padecer cáncer de estómago y en un tercio el de sufrir cáncer de colon.
Los científicos creen que el ajo ayuda a prevenir el cáncer de estómago, porque está compuesto por antibacterias que actúan contra otra bacteria, la Helicobacter Pylori, que se encuentra en el estómago y estimula el cáncer. Los autores de la investigación concluyeron que el efecto bactericida puede ayudar a prevenir la formación de cáncer gástrico.
Para un buen uso medicinal del ajo, siga los siguientes pasos:
Machaque un diente de ajo 10 minutos antes de consumirlo y podrá obtener la concentración suficiente para tratar cualquier tipo de infección. Es recomendable hacerlo 3 veces por día.