El término se refiere a aquellas personas que basan su alimentación en una dieta vegetariana, pero que de manera ocasional, consumen algunos productos de origen animal: mariscos, pescados, aves y carnes.
El término flexitarianismo agrupa a todos aquellos vegetarianos flexibles que han optado por una dieta rica en vegetales, granos, frutas y legumbres y a veces, cuando el cuerpo lo pide, un trozo de carne. Los flexitarianos se enorgullecen de ser más delgados que los carnívoros y de ser menos propensos a enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer, entre otros.
Una dieta permisiva
La doctora Montserrat Rodríguez, médico nutricionista, se define a sí misma como flexitariana y recomienda este tipo de régimen a sus pacientes. Estaba en la búsqueda de un estilo de alimentación que me ayudara a perder peso y a mejorar mi calidad de vida: a estar menos cansada, a solucionar los problemas hormonales que tenía, etcétera. Las carnes rojas, los derivados lácteos, los alimentos procesados (harinas, grasas, enlatados) le hacen daño al cuerpo humano. Cuando comemos más vegetales y frutas, inmediatamente se ven los resultados: uno se empieza a desintoxicar, a sentirse mucho mejor. Bajo esa premisa, parecía que el vegetarianismo era la clave, pero a mí me seguía haciendo falta la proteína animal.
El término flexitariano es un neologismo que nace de unir las palabras flexible y vegetariano y apareció por primera vez en 1992 en un artículo en el que la periodista Linda Anthony hablaba del restaurante Acorn Café en el que se servía un nuevo concepto de cocina flexible para personas vegetarianas a las que no les importaba comer ocasionalmente carne.
Más beneficios
No sólo el cuidado de la salud mueve al flexitarianismo. La sostenibilidad es su otra línea argumental: desde el momento en el que, por lo general, pescar o producir carne tiene un coste ecológico más alto que el de cultivar vegetales, sus defensores mantienen que es la opción más sensata para toda persona preocupada por el planeta que no quiera prescindir de las delicias de la carne.
Sin embargo, como no podía ser de otra forma, los flexitarianos son mirados con recelo por algunos vegetarianos, que ven la ingesta ocasional de carne como una especie de frivolidad. Dos personas que reduzcan su consumo de carne a la mitad ayudan de la misma manera que una sola persona vegetariana, según Bruce Fiedrich, portavoz de PETA.
Los más optimistas ven el flexitarianismo como un primer paso que puede enseñar a la gente las bondades de la dieta vegetariana o animar a los restaurantes a incluir más verduras en sus cartas. Muchas personas son flexitarianas aunque no conozcan el término y evidentemente una alimentación más vegetal romperá posibles tabúes y miedos, cuando descubres lo sana y sabrosa que es la cocina vegetariana y lo bien que le sienta a tu cuerpo.