Es una nueva tendencia constructiva, apoyada por grandes arquitectos proyectistas, como: teóricos, científicos investigadores y profesionales del diseño.
Este aboga por insertar ciertos aspectos de la naturaleza, en la construcción de edificios. Todo ello, con el objetivo de reconectar a los ciudadanos, con esa parcela natural y ecológica que pasa a un segundo plano, en los grandes núcleos urbanos.
Dicha temática surge en la década de 1980, cuando el biólogo Edward O. Wilson explicó la filosofía de la ‘Biofilia’, que consiste en que los humanos tienen una afinidad innata y biológica por el mundo natural, pero actualmente las personas viven el 90 por ciento de su tiempo en los espacios techados (interiores). Por lo que se convirtió en una necesidad llevar el aire libre y natural, a dichos lugares, por ello se crean ambientes que hagan referencia a la naturaleza de una forma armoniosa y útil.
Aunque los términos ‘diseño biofílico’ y ‘eco diseño’, pueden tener puntos en común, lo cierto es que son dos conceptos totalmente diferentes.
¿QUÉ ES EL DISEÑO BIOFÍLICO?
Aisladamente, se puede definir Biofilia, como amor a la vida y a los seres vivos, y a modo de definición general, se podría decir, que el diseño biofílico intenta incorporar elementos de la naturaleza, en espacios urbanos o interiores, para evocar a la naturaleza, con el objetivo de ayudar a que las personas se sientan mejor, y conecten nuevamente con el espacio.
Además, este tipo de diseño arquitectónico, mejora el bienestar de los ciudadanos, que se sienten en armonía con el entorno que los rodea. Aportando positivismo, paz, tranquilidad, calma, energía… en definitiva, el diseño biofílico genera una arquitectura orientada a la felicidad.
Este tipo de diseño también nos ayuda a aumentar la productividad tanto en el trabajo, como en el estudio, ya que permite controlar mucho mejor el estrés, y potencia la creatividad.
El diseño biofílico no se centra tanto, en aspectos que persigan una mayor eficiencia energética de los edificios, ni en construir casas sostenibles con materiales ecológicos, sino más bien, en la sensación que los usuarios tienen al ocupar sus instalaciones. Es una vuelta a la conexión con la paz que transmite la naturaleza.
Estos son algunos de los elementos que los humanos necesitan, y que el diseño biofílico le aporta:
CONEXIÓN VISUAL CON LA NATURALEZA:
Ver los elementos de ésta, con sus sistemas y procesos naturales.
CONEXIÓN NO VISUAL CON LA NATURALEZA:
Se trata de los estímulos auditivos, táctiles, olfativos o gustativos que generan una referencia con la naturaleza.
ESTÍMULOS SENSORIALES:
Son conexiones efímeras con la naturaleza, no pueden predecirse con exactitud, pero sí contabilizarse.
SENSACIÓN TÉRMICA Y FLUJO DEL AIRE:
Son los sutiles cambios en la temperatura del aire, humedad o la sensación térmica, que nos recuerdan a algún ambiente específico.
PRESENCIA DE AGUA:
Tan vital como armoniosa, su presencia puede ser relajante y llena de energía.
LUZ DINÁMICA:
Saber utilizar las distintas intensidades de la luz, así como el juego con las sombras, nos dan un efecto naturaleza muy general.
CONEXIÓN CON LOS SISTEMAS:
No hay mejor manera de concebir un diseño biofílico, que conocer los procesos naturales, para recrear los ecosistemas.
FORMAS BIOMÓRFICAS:
Las formas y patrones que nos recuerdan o que hacen referencia a las figuras, texturas, o diseños de la naturaleza.
MATERIALES NATURALES:
Utilizarlos o que simulen esto, se crea una fuerte sensación de habitar en ella.
ORDEN:
La naturaleza tiene orden dentro del ‘caos’, y saber recrearlo, es fundamental para reconstruir el ambiente.
A continuación, estos son algunos ejemplos de diseño biofílico, que han tenido una repercusión positiva en los usuarios de estos edificios.
HOSPITAL THE ROYAL CHILDREN’S, AUSTRALIA
Se trata de un centro sanitario de referencia, destinado al tratamiento de niños. En este, se aplica el diseño biofílico para mejorar el bienestar de los enfermos. Los estudios realizados, confirman que los pacientes que ocupan habitaciones con vistas a la naturaleza, se recuperan con mayor celeridad, que los que ocupan las habitaciones interiores.
OFICINA NATIONAL AUSTRALIA BANK
La Universidad de Oregón, tomó la arquitectura biofílica de esta oficina, para realizar su estudio. Y concluyó que este tipo de diseño afectó directamente a la tasa de absentismo laboral, que se vio reducida en un 10%.
PARQUE HIGH LINE, NUEVA YORK
El diseño biofílico en áreas urbanas exteriores, puede ayudar a disminuir la temperatura del aire y, así, prevé el efecto de ‘isla urbana’, en las ciudades. El parque High Line, consiste en una antigua línea de tren, convertida en entorno natural, con más de 300 especies vegetales.