El jueves 16 de junio, Disney, una de las empresas de entretenimiento más grande del mundo, inauguró en China su primer parque temático, llamado Complejo Disney Shanghái.
Miles de chinos se echaron a la carrera, a pesar del fuerte aguacero, desde el momento en el que se abrieron las puertas del parque, para ser los primeros en entrar en la primera experiencia Disney en suelo chino y montar en las futuristas montañas rusas, inspiradas en Tron, la serie de ciencia ficción de los estudios norteamericanos.
Las obras comenzaron en 2011 y el Shangái Disney Resort cubre ahora una superficie de 3,9 km², con el mayor castillo Disney del mundo.
El parque, que ha costado 5,500 millones de dólares, la mayor inversión extranjera en China, se abre al público en un contexto difícil para la economía china, que acaba de registrar su crecimiento económico más débil en los últimos 25 años y que, según las proyecciones, seguirá desacelerándose en 2016. Este parque cuenta con 1.16 km², varias atracciones, hoteles y estacionamiento. Se prevé , que el parque pueda extenderse otros 3 kilómetros.
El Complejo Disney Shanghái, es el séptimo de la franquicia. Será controlado 57% por una empresa china, llamada Shengdi.
Sin embargo, el nuevo parque de la compañía de Burbank, no escapa de polémicas, pues para la construcción fueron destruidas 150 empresas locales, la mayoría familiares, aunque el parque generará 10 mil empleos, según un reporte de Euronews.
A ello, se suma la controversia surgida hace unas semanas durante la inauguración de un parque temático de la compañía rival Dalian Wanda Gruop, en Nanchang, una localidad cercana al parque de Shanghái. En aquel entonces durante el festejo, fueron vistos algunos personajes de Disney, lo que generó molestia.
El dueño de Dalian Wanda Group, Wang Jianlin, buscará impedir que las inversiones de Disney, sean rentables en China y se insinuó que la empresa estadounidense, nunca debió llegar a territorio chino.
Un gran gesto de Disney
Se quiso realizar un gran gesto, declaró Iger a la prensa la víspera de la inauguración, añadiendo que se trata, de la ambición más creativa y la tecnología más avanzada que se ha realizado nunca, y es que para negociar la construcción del parque Disney, se tuvieron que respetar varias tradiciones chinas como la comida, construir un hotel en forma de ocho (número de buena suerte en el país) y construir zonas inspiradas en la cultura china.
El director general de Disney, concibió él mismo este proyecto en 1999, en cooperación con el grupo estatal Shanghai Shendi.
A pesar de las inquietudes que suscita la economía china, este nuevo Disneyland debería beneficiarse de la reorientación que Pekín quiere darle a su modelo de desarrollo, dirigido al consumo interior y al abandono de la política del hijo único en favor de familias con dos hijos.
Disney quiere atraer a la población china, que conoce sus películas, para que compren en el parque los múltiples juguetes, souvenirs y figuras de sus personajes, y para que descubran su extenso catálogo de entretenimiento, desde Mickey a Zootopia, la última película, número 135, de los estudios estrenada este año.