Una de las dudas a la hora de ponernos cómodos en casa es… ¿Y ahora que hago con esta ropa?
Ordenar la casa de la manera adecuada puede ser agobiante en cuestiones de tiempo (sobre todo si tenemos niños), por lo que la organización se hace indispensable para realizar todos los deberes del hogar. Una de las tareas que más dolor de cabeza nos trae es el lavado de la ropa.
Al igual que ocurre con los tendederos, los cestos de la ropa son imprescindibles para mantener nuestra casa en orden.
Utilizar cestas para la ropa sucia no es una idea nueva, pero no mucha gente utiliza este método para mantener en orden raya la ropa sucia. Lo ideal es que exista una cesta por cada miembro de la familia, así no se mezclaran las prendas y podrás dar prioridades al lavado.
En la actualidad, existen cestos de diversos materiales (tela, mimbre, acero inoxidable, etc.) y formatos, que confieren nuevas propiedades a este objeto. Hasta el propio sitio que ocupa puede encontrar alternativas, aunque lo más práctico y útil sigue siendo que esté próximo a la lavadora.
Las prendas pequeñas (ropa interior y calcetines) deben tener una bolsa aparte, de esta forma no se confunden o pierden con la ropa más grande y puedes hacer un lavado que solo incluye estas prendas que suelen ser más delicadas.
Los diseños y materiales de los cestos comercializados hoy en día procurar airear mejor la ropa a través de diversas rejillas u orificios, para evitar la acumulación de malos olores. Además, están adornados con motivos y acabados que sintonizan bien en distintos ambientes. Esto amplía las posibilidades de encontrar un lugar adecuado para disponerlos.
Otras opciones son muebles, como armarios de madera o mimbre diseñados y provistos de distintos compartimentos. Además de integrarse fácilmente en la decoración de la habitación, ayudan en la tarea de separar y clasificar según criterios de color, telas o tipos de prenda. El pasillo que conduce al cuarto de baño puede resultar el sitio más oportuno para esta clase de armarios o cestas de colores sobrios, como gris o marrón.