La economía circular podría reciclar los desechos de algunos sectores industriales y sus emisiones de gases de efecto invernadero, pero ¿qué es exactamente?
Los sistemas de producción lineales, que actualmente predominan en la economía global, han demostrado ser limitados en cuanto al uso de los recursos, y con consecuencias de alto impacto a nivel ambiental y social.
La economía circular tiene como objetivo la producción de bienes y servicios, al tiempo que reduce el consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía. Economía y medio ambiente, unidos por fin.
Ventajoso para usuarios y empresas
A diferencia de otros modelos económicos, donde este aspecto se encuentra por encima del social o medioambiental, la economía circular supone una sustancial mejora común, tanto para las empresas como para para los consumidores.
Las empresas que han puesto en práctica este sistema, están comprobando que reutilizar los recursos, resulta mucho más rentable, que crearlos desde cero. Como consecuencia, los precios de producción se reducen, de manera que el precio de venta también se ve rebajado, beneficiando así al consumidor; no sólo en lo económico, sino también en la vertiente social y medioambiental.
Reparar, reciclar, reutilizar y refabricar
La economía circular se consigue mediante la reparación, el reciclaje, la reutilización y la refabricación de los productos, algo no tan nuevo como parece.
Un ejemplo de economía circular, es el del aceite de los automóviles, que era altamente contaminante, y que se vio que podía convertirse en un insumo para la industria del cemento.
Lo que era un residuo contaminante y se iba a las coladeras, ahora se colecta y es un insumo para otro proceso productivo, y así se empiezan a cerrar los ciclos.