El Centro Ceremonial Otomí es un complejo de construcción reciente e inaugurado en 1980 en Temoaya, Estado de México. Abarca cerca de 45 hectáreas y se utiliza como espacio ritual de la etnia otomí contemporánea. Además, posee una zona para acampar y de recreación para sus visitantes.
El principal objetivo del centro es la creación de un espacio físico en el que las comunidades otomíes puedan dar continuidad a sus rituales ancestrales, creencias y tradiciones. El proyecto arquitectónico se basó en vestigios prehispánicos y fue impulsado por José López Portillo y el gobernador mexiquense Jorge Jiménez Cantú.
Actualmente, cada 18 de marzo en el Centro Ceremonial Otomí se celebra la Ceremonia del Quinto Sol, y cada primer domingo de mes se saluda a los puntos cardinales y se da gracias por la existencia.
Es una obra del arquitecto y antropólogo Iker Larrauri, y Carlos Obegrón, quienes se inspiraron en los centros ceremoniales de los otomíes del siglo IX, antes de la influencia azteca de Quetzalcóatl.
El espacio cuenta con un edificio principal con escalinatas y una plaza mayor decorada con piedras de colores. Las 52 estatuas que rodean el lugar representan los 52 años del siglo prehispánico. Entre las esculturas que destacan se encuentra la del guerrero Botzanga, que significa lagartija negra. Dicho personaje combatió con el guerrero mexica Axayacatl, a quien venció y perdonó la vida. Tiempo después el azteca regresó para someter al pueblo otomí. Asimismo, otro de las obras artísticas del lugar que destacan por su mística, es el mural del DaMishi, un jaguar que representa la cosmología otomí y es obra del artista Luis Y. Aragón.
El centro también cuenta con un museo en el que puedes tener un mayor acercamiento y conocimiento de la cultura otomí, así como un mercado de artesanías.