Este consiste en compartir el espacio donde se vive e integra el coworking, es decir, comunidades con áreas compartidas donde se puede laborar a distancia, con todo lo necesario.
El crecimiento de la población, es un tema que afecta directamente muchos factores económicos o sociales, pero principalmente, a la vivienda. Hoy en día somos 7,678,174,656 los que habitamos el mundo, y cada segundo somos más. Esto se ve reflejado en los altos índices de contaminación, aumento de tráfico vehicular y también, en lo costoso que es adquirir una casa.
Es momento de cambiar el modo en el que percibimos nuestro estilo de vida, modificar nuestras expectativas, y alejarnos del estrés y complicaciones, que supone vivir en ciudades que se encuentran rebasadas por su crecimiento poblacional.
Silicon Valley es la cuna del co-living, muchos desarrolladores de tecnologías o startups llegaban a la ciudad, y se encontraban con la problemática de adquirir viviendas sin un centavo. Allí, los jóvenes emprendedores se vieron en la necesidad de buscar alojamientos, para poder desarrollar después sus proyectos profesionales.
Esta demanda dio como resultado, el nacimiento de una nueva comunidad. En estas, los espacios son pensados y diseñados para brindar todo lo necesario para vivir, y compartir el confort en todos los sentidos:
•Buena velocidad de internet.
•Mobiliario adecuado para relajarse.
•Espacios ideales para conocer nuevas personas e intercambiar ideas.
•Lugares ideales para concentrarse en el proyecto que se esté desarrollando.
El co-living, busca consolidar espacios donde intercambiar experiencias, sea el eje central, y se apoye en la sustentabilidad para ofrecer espacios para vivir y trabajar. La mayoría de estos, cuenta con servicios como: vigilancia, lavandería, terrazas, gimnasio.
Los protagonistas del co-living, no son sólo los típicos compañeros de piso al uso, pues su relación está totalmente vinculada con sus actividades vitales.
Se crea una atmósfera en la que la creatividad y el dinamismo van de la mano, en hogares en los que los miembros de esa ‘familia’, tienen proyectos profesionales que pueden apoyarse los unos en los otros. Cada uno tiene su espacio, su privacidad, su forma de organizarse… pero la diversión, el disfrute y la experimentación; están presentes en cada aventura.
El co-living pretende ser, sobre todo, un estilo de vida, en el que el intercambio de experiencias y la sostenibilidad, son pilares fundamentales.